En la cuarta velada del FestiJazz 2016, la boliviana Mimi Arakaki y el trío Kinsa (Suiza) proponen por separado un repertorio de jazz fusión con música nacional. La cita será hoy a las 19:30, en el Teatro Municipal Alberto Saavedra Pérez.
Mimi Arakaki ha escrito su historia musical en estilos muy variados, en los cuales predomina la influencia del jazz, soul, bossa-nova, boleros y folklore boliviano. Tiene una trayectoria de más de 30 años como solista y también como integrante de varias agrupaciones musicales como Luz de América, Años luz, la primer Big Band creada en Bolivia La Paz Big Band, Mimi& Claxon band, La Paz Jazz Orquestra, Grupo Ek, Hojas secas y Big Band de Bolivia organización, Swingbaly, entre otros.
Para la velada del FestiJazz, la artista incluye en su repertorio la fusión de estilos musicales y también temas de su autoría, se lee en la nota de prensa de la Secretaría de Culturas del municipio de La Paz.
En esta ocasión, la banda que acompaña a la artista está conformada por Queno Cabrera (bajo y dirección musical), Juan Pereira (saxo), Coco Echazú (piano), Daniel Zegada (batería) y David Aspi (guitarra).
La propuesta de Suiza
El escenario del Teatro Municipal también recibirá en la jornada a Kinsa (Suiza), trío que fue formado el año 2005 por los músicos Demian Coca (piano), Vito Cadonau (contrabajo) y Marvin Studer (batería).
"Componer lo probado en nuevas formas sin olvidar a la tradición” es el principio del jazz que utiliza el trío Kinsa en sus obras. Su inspiración se obtiene de la pasión por la música de las Américas. Sobre todo la música tradicional de Bolivia resuena en las composiciones, dándoles un color único.
Demián Coca es ciudadano suizo y boliviano, quien vive y estudia actualmente en Lucerna. Gracias a sus raíces bolivianas creció junto a la música tradicional del país. En 2015 fundó junto a Marvin Studer y Vito Cadonau el trío Kinsa, que significa "tres” en quechua.
De esta forma el trío se solidariza con las melodías del continente, en particular con la boliviana. Es justamente de la música prehispánica, así como del folklore boliviano del siglo XX, que Coca obtiene inspiración para sus obras, cuyo resultado puede apreciarse en su primer disco Tierra Roja, que se publicó en mayo de este año.
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