A las 23:44 del sábado, el joven cantante palestino Mohamed Assaf era declarado el nuevo Arab Idol, la versión árabe de American Idol u Operación Triunfo.
El triunfo llegó luego de ganarles al egipcio Ahmed Jamal y a la siria Farah Youssef en la final del programa.
Esa noche pasará a la historia como una de las más emotivas y alegres de los palestinos. Cisjordania y Gaza se habían citado ante la pequeña pantalla para ver si la esperanza se convertía en realidad.
Este cantante de bodas, nacido en Gaza, se convirtió en una mediática estrella. Cuando la presentadora anunció su victoria, Assaf se arrodilló y besó el escenario en Beirut. Después ofreció el triunfo a los habitantes de la Franja de Gaza y Cisjordania. "Dedico la victoria al pueblo palestino, a sus mártires, presos y heridos", dijo.
En ambas ciudades se festejó el triunfo con bailes, cánticos y fuegos artificiales que celebraron la victoria de su representante, que, según uno de los miembros del jurado, Hassan Al Shafii, "tiene una voz única que sale una vez cada 500 años".
El cantante fue nombrado, el domingo, embajador especial por la agencia de refugiados palestinos de la ONU y por el presidente palestino
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