Ya no es el grupo que marcó la escena del rock duro de finales de los noventa, pero Guns N� Roses, la banda liderada por el carismático e indomable Axl Rose, todavía contagia y derrocha intensidad, como quedó demostrado la madrugada de este jueves en el Movistar Arena de Santiago.
Con un repertorio que mezcló los clásicos de la banda, en especial los temas de su exitoso primer álbum, "Appetite for Destruction" (1987), con las melodías más recientes de "Chinese Democracy" (2008), los "gunners" sometieron a unas 15.000 almas a los bombardeos de las guitarras de Ron "Bumblefoot" Thal y DJ Ashba.
Pero el sello inconfundible vino a cargo de los matices y los desgarros de Rose, líder de la banda y único miembro que se mantiene de la formación original, quien, fiel a su leyenda, saltó al escenario con más de hora y media de retraso respecto de la hora programada para el espectáculo.
Enfundado en un pantalón vaquero, con chaqueta, sombrero y gafas de sol negras, Rose y sus siete músicos abrieron la velada, como lo han hecho en sus últimas actuaciones, con "Chinese Democracy", tema que da título al último álbum del grupo.
"You know where you are, You�re in the jungle baby...", fue el grito de guerra que introdujo "Welcome to the Jungle", uno de esos temas que transformaron la escena del rock duro de finales de los noventa y que marcaron la biografía sentimental de muchos de los que ayer saltaron y vibraron al ritmo de los desgarros vocales de Rose.
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