El eximio guitarrista brindará tres conciertos “efectistas, pero no por eso carentes de profundidad” el sábado 10 y el domingo 11 de junio en el Teatro Nuna de la Zona Sur y el miércoles 14 en el Teatro Municipal “Alberto Saavedra Pérez”, a las 20:00 horas. Las entradas ya están a la venta en ambos escenarios.
“Hay muchos aspectos que hacen esta Gira 2017 especial en todo sentido, en el profesional, en el emocional. En el aspecto profesional, hace tres años que no hago una gira en nuestro país como solista. He estado tocando mucho más afuera que en Bolivia como solista. He hecho dos giras grandes por Europa y Asia en el 2105 y en el 2016, visitando 11 países en total y sin embargo aquí, en Bolivia, he estado tocando siempre acompañado. Yo creo que mi regreso al país ha marcado algo importante en mi vida y creo que se puede ejemplificar e ilustrar con la palabra compartir”, comentó el destacado artista en la entrevista que le hizo La Guía.
LG: ¿QUÉ IMPLICA COMPARTIR PARA PIRAÍ VACA?
P: Muchas cosas. No sólo llegué aquí hace seis años con la intención de enseñar, algo que siempre me gustó, pero no tenía tiempo para hacerlo. Antes prefería usar ese tiempo en mí, para mi propio desarrollo, pero ahora me interesa también compartirlo. Tengo pocos alumnos porque tengo poco tiempo también y no pude dedicar más del 10 y 15 por ciento a enseñar, pero estoy rodeado de ocho muchachos extraordinarios que me llenan mucho la vida. Compartir también el escenario, desde hace tres años toco con el Cuarteto de Fuego y con el extraordinario actor Marcos Malavia, en “El duende andaluz”, entonces en Bolivia las cosas se han caracterizado por eso y ha sido en el extranjero donde mi trabajo como solista ha continuado muy intenso estos dos últimos años. Entonces sacando todas esas cuentas, hace tres años que en Bolivia no realizo una gira como solista y ese es un gran motivo para mí. Este año se lo quise dedicar a Piraí por varias razones, estamos además sacando un disco nuevo, que hemos grabado con la Orquesta Sinfónica Juvenil, otro trabajo con el escenario compartido, un disco con música de los Beatles para guitarra y orquesta, dirigida por Boris Vásquez. Y en lo emocional también hay motivos que han definido este último tiempo en mi vida, que también tienen que ver con compartir. Compartir una relación y ser inmensamente feliz en ella es algo que me llena de una felicidad indescriptible. Entonces, hay muchos aspectos que confluyen con mi llegada a Bolivia y esta gira como solista aquí ahora en el país.
LG: ¿CÓMO SERÁN LOS CONCIERTOS QUE BRINDARÁS EN ESTA GIRA 2017?
P: Va a ser un concierto efectista, pero no por eso carente de profundidad. Con efectista me refiero a que va a haber un uso de la guitarra poco habitual, incluso más acentuado que en mis conciertos anteriores, donde siempre me gusta tocar la guitarra en toda su extensión, no sólo en las cuerdas sino en el cuerpo a través de golpes, a través de la expresión del cuerpo mismo, como lo hice en la actuación con “El duende andaluz”. Esta vez el programa está pensado un poco más en ese sentido, más uso no habitual de los recursos expresivos de la guitarra. Eso caracteriza el programa que estoy tocando ahora, un poco de música latinoamericana, española, de un compositor inglés. Los conciertos duran aproximadamente dos horas con un intermedio de 15 a 20 minutos y si la gente a veces pide una pieza más o dos, yo encantado de compartir con el público.
LG: MUSICALMENTE, ¿CÓMO SONARÁ LA GUITARRA DE PIRAÍ VACA EN ESTOS CONCIERTOS?
P: Yo creo que musicalmente Piraí ha crecido, bueno, es el paso inexorable del tiempo, ¿no? Eso es lo maravilloso de los años que suceden… el tiempo cuando es empleado de manera positiva te trae orden, cabalidad, equilibrio, entonces eso lo siento no sólo en mi vida sino en mi interpretación y en el manejo que hago de la música y como realmente puedo manejar mucho mejor los volúmenes, los contrastes, los silencios, los momentos en los que se toca y en los que uno se calla. La vida te enriquece y eso se nota, por supuesto, en la música que hago.
LOS DOS ÚLTIMOS AÑOS
FUERON MARAVILLOSOS
“Hago una evaluación muy positiva de estos dos últimos años profesionalmente, ha sido maravilloso, aunque me haya costado bastante y haya tenido que pagar la factura del estrés por demasiados viajes, sin tiempo de descanso”, relata Piraí Vaca sobre lo muy bien que le fue este último tiempo en su carrera artística.
“Me he sentido realmente agotado, no ha habido opción para mí de descansar, porque después de una gira, viene la siguiente, una grabación o atender a mi hijita en Alemania, a quien le dedico casi dos meses al año, pero profesionalmente ha sido una maravilla, he retomado el gusto por tocar fuera de Bolivia. Cuando yo llegué aquí lo único que quería era quedarme y había tanto que hacer, que la verdad no tenía necesidad de viajar. Por supuesto que seguía un poco por aquí, un poco por allá, aceptando siempre las ofertas que tengo suerte de que me lleguen, ¿no?, pero sin el más mínimo interés de alejarme de casa por más de dos semanas. Sin embargo, entre las muchas cosas que le debo a mi amada, con la que me he casado ahora por segunda vez, está el hecho de que ella me ha empujado e impulsado, y juro que la gira del 2015 fue sólo hecha para viajar con ella. Por eso nos fuimos cuatro meses, si no, ni loco me voy de Bolivia por cuatro meses. Lo más que aguanto es un mes de gira solo. Entonces, he tenido la gran fortuna que en el 2015 y en el 2016 mi amada me haya acompañado varios meses de gira por Europa e India, y volví a sentir que tenía algo que hacer en el exterior”, manifestó el eximio guitarrista.
LG: ¿ESTARÁS VIVIENDO UNO DE TUS MEJORES MOMENTOS ARTÍSTICOS?
P: Yo creo que uno tiene fases en la vida. A partir del 2015 me toca estar mucho en los escenarios extranjeros y estoy feliz con eso, solamente que ha llegado un momento en el que necesito descansar. Me ha afectado de verdad este exceso de trabajo. Y no sólo el corazón de emoción y felicidad, sino también un poco de mi salud emocional, que me está diciendo que creo mejor me lo tomo con más calma, y estoy empezando a balancear mejor las cosas. Entonces, esta gira actual tiene mucho de eso, tiene la gran emoción, la experiencia que he sumado todos estos últimos años, pero también tiene las ganas de tomar las cosas con más calma, no viajar tanto, y las ganas de seguir con mi rutina en Santa Cruz que me emociona muchísimo. Yo soy un gran apasionado por el kung fu, desde siempre, en realidad quería ser un maestro de las artes marciales, no de la guitarra, pero bueno, me ha tocado ser guitarrista. Suena como si fuera peyorativo respecto a la guitarra, pero no lo es, es una manera chistosa de decirlo, no me arrepiento en absoluto (…). Tampoco he podido completar otros proyectos de música rock, pop, que me gustan, y todo porque no veo el día todavía en que pueda llegar a tocar de una manera satisfactoria esta guitarra. No siento la tranquilidad necesaria como para quitarle tiempo a eso y dedicarme a esta otra gran pasión mía que es el kung fu. De hecho, el afiche (de la gira) de este año creo que refleja eso. Muchos lo han visto un poco a la Matrix, y puede ser, soy un gran fan de esa trilogía, pero independientemente de eso, desde siempre, desde antes de Matrix, he sido un gran fan de los abrigos largos, por un lado, y por el otro esa posición que se ve en el afiche, es una mezcla muy personal mía de taichí, del winchun y del shaolin kunfu, que son tres disciplinas que he practicado dentro del kung fu chino.
AMA LA GUITARRA, PERO NO FUE UN AMOR A PRIMERA VISTA
Después de tantos años de exitosa carrera, le preguntamos a Piraí Vaca ¿qué significa la guitarra en su vida?, a lo que respondió:
“Mira, la guitarra en sí es un instrumento que amo, no fue un amor a primera vista, porque en realidad mi amor es con la música, yo vine aquí a través de la música y gracias a la música estoy en este mundo”.
Para el artista, “la guitarra es un medio, no es un fin”. “Yo he llegado a amar a la guitarra como el principito a su rosa, a través de las miles de horas que le he dedicado, entonces la amo en ese sentido. Cuando uno o cualquiera toca, lo que se ve es a la persona detrás, es lo que ha vivido, lo que te interesa, lo que te mueve, lo que conmueve, está siempre detrás de lo que están tocando”, reflexionó.
VIDA, PASIÓN Y MOVIMIENTO
Reflexivo, como siempre, Piraí Vaca dice ser hoy “todo o nada”, un guitarrista que le imprime a su arte “vida, pasión y movimiento”.
“Y más que etiquetarme, es algo que persigo, algo que encierra muchos aspectos de esta existencia que nos toca. La vida implica la belleza, el increíble milagro de estar vivo, lo damos por hecho, pero es el gran misterio de la vida, estamos vivos, por qué, para qué, es algo que nosotros tenemos que averiguar. La pasión revela el conocimiento de lo que llevas en el corazón. Para saberlo, hay que callar todas las voces, la de tus padres, la de tu sociedad, la de tu educación, la de tu ego, porque esa voz, esa misión que habita en tu corazón, susurra tan inaudible que sólo se la puede oír cuando realmente se logra callar todas las demás voces, y eso es la pasión, encontrar aquello que se nos ha sido dado para desarrollar. Y el movimiento implica lo único que no cambia (sonríe). Lo único que no cambia es el cambio, eso es lo único seguro en esta vida. Y eso implica movimiento en todo sentido, movimiento interno, movimiento de un punto a otro, un constante fluir, eso es lo más importante creo para mí y creo que se refleja en la música que hago. Es más, me esfuerzo porque así sea. Incluso creo que he llegado a sistematizar un poco cómo se puede entrenar, en qué consiste crear una música, especialmente viva, que no deja indiferente a nadie. Hay todo un sistema detrás de ello para crear esa música”, explica.
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