Es un torbellino en el escenario. Camila Soruco Roca (26) tiene un imán que atrae, que embruja, que detiene el tiempo... Cuando está con el micrófono es ella y nadie más, pero todavía no descansa. Busca abrirse más espacio en el plano internacional y sueña con un premio.
Desde sus apenas tres años ya cantaba. Y mientras iba creciendo, su madre Soledad sabía que su hija sería cantante. Pronto se nutrió con todo lo necesario. Estudió varias cosas en 19 años: canto, danza, oratoria, modelaje y Auditoría Financiera.
Cada día trabaja para ser una mejor versión de ella misma. Le gusta combinar los verbos: arriesgar, soñar, perseverar, disciplinarse y entregarse a Dios. No hay más claves. ¡Ah...! y sabe combinar la sensualidad con la música.
“Soy una artista versátil”, dice y otra vez va de frente: “Soy una fiera a la hora de perseguir mis sueños o tierna y sensual cuando debe ser. Toda actitud tiene su momento y su lugar”.
Ser sexy es su marca y ya no la incomodan los piropos. Viene de una familia de piropeadores y ella también lo practica. “Va con la idiosincrasia del cruceño”, complementa.
Es por eso que cuando le canta al alcalde Percy Fernández, considera que es un “honor” presentarse ante él.
Ahora Camila alista su tercera placa discográfica. Ya tiene dos en el mercado, Por qué será (2010) y Mañana (2012), cada uno con 12 canciones.
Es activa en redes sociales. Tiene más de 15.000 seguidores en Facebook. Seguirá paseándose en el pop urbano y pronto creará su canal en Vevo. Mide 1,70, pero cuando se pone los zapatos de tacón es otra, una estrella.
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