Un trabajo equilibrado en el manejo de las dinámicas musicales de cada pieza interpretada caracterizaron el concierto del Cuarteto de Fuego, cuya eficiencia técnica pasó a segundo plano ante la expresividad desbordante y delicada que cuidó todos los matices de obras como el segundo movimiento del Concierto de Aranjuez o “Rayo luminoso”. El público asistente agradeció a los artistas con aplausos largamente sostenidos al final del concierto en el teatro Mariscal.
Sin embargo, esta fue la segunda de las dos presentaciones ofrecidas ayer por los guitarristas Piraí Vaca, Sebastián Hurtado, Zoran Vranjican y Luigi Jordán. En la tarde se realizó un concierto didáctico dedicado al público infantil, donde los músicos ofrecieron pequeñas muestras del resultado de largos años de trabajo con el instrumento, transmitiendo a los niños la importancia de la disciplina, al mismo tiempo que respondieron diversas preguntas del inquieto auditorio. Otro tema central en la actividad con los guitarristas fue impulsar el desarrollo de una sensibilidad para el arte, planteando ejercicios para apreciar determinados estímulos producidos por las piezas interpretadas.
Más tarde, en el mismo escenario, el cuarteto cautivó al público con la transcripción para esta formación de "Guadalquivir" de Gilberto Rojas, la "Suite Habana" de Eduardo Martín, la composición de uno de los integrantes "Toma Vuelo el alma" de Vranjican y las ya citadas obras de Joaquín Rodrigo y Carlos Fischer.
Con su paso por Sucre, el cuarteto se encuentra cerca de culminar la gira promocional de su primer disco "Rayo luminoso". Mañana se trasladarán a Samaipata, luego a Vallegrande y el domingo a Mairana, señala su página oficial.
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