domingo, 1 de noviembre de 2015

Vero Pérez “El motor de la vida es la pasión”

Vero Pérez es hoy, sin duda, una de las cantantes bolivianas más aclamadas por su voz. Los comentarios que circulan en las redes sociales lo dicen todo: “Qué linda y bella voz”, “impresionante”, “maravillosa”, “aplausos”, “qué voz tan dulce”, “excelente cantante”, “escucharla es uno de los placeres de la vida”, “es transportarse a otro lugar”, “un deleite total para los oídos desde el principio hasta al final”.

Con apenas 27 años y una carrera ascendente, esta joven artista confiesa que la música le ha “dado todo”. “La verdad es que le debo todo a la música porque me ha dado vida, alegría, tristezas, me ha dado viajes y me ha ayudado a crecer”, sostiene la intérprete de la exquisita versión del taquirari “Collita”, una de las canciones emblemáticas de La Paz.

Pero ¿quién es hoy la cantante, cuyos vídeos en YouTube han recibidos miles y miles de visitas? “Bueno, Vero Pérez es paceña sobre todo, que desde los 7 años canta y, pues, ahora vivo de la música y tengo una banda que se llama Efecto Mandarina, con la que soy muy feliz”, dijo en la entrevista que le hizo La Guía.

LG: ¿Cómo surgió tu pasión por el canto?

V: Ha sido algo natural porque de hecho mi mamá canta, no profesionalmente, pero tiene linda voz y, pues, era como que cuestión de tiempo porque siempre he cantado desde chiquita y siempre supe lo que quería hacer. Por suerte he tenido el apoyo de mi familia.

LG: Y profesionalmente, ¿cuándo debutas?

V: La primera vez que canté fue en el Equinoccio, a mis 16 años, en un tributo a Pink Floyd que hice con la banda del colegio y eso tuvo que ser el 2004 o el 2005.

LG: ¿Has cantado de todo?

V: Creo que he cantado de todo, menos cumbia y reggaeton (sonríe) he cantado pop, jazz, folclore, rock y balada.

LG: ¿Por qué no cumbia?

V: Porque no es mi género, me gusta la cumbia colombiana, pero no es lo mío, soy alegre, pero no tan alegre (sonríe). Me gusta la música con otro tipo de contenido.

LG: ¿Cuántos discos grabaste?

V: Con Efecto Mandarina tenemos 4 discos, con Jorge Villanueva dos y también (grabé) otros, pero como invitada.

LG: Si bien has cantado de todo, ¿por qué elegiste el jazz?

V: Yo siempre digo que el jazz me eligió a mí, creo que es un género que apareció en mi vida en un momento que yo estaba haciendo música electrónica para mostrarme la libertad y cómo es que la voz puede llegar a ser un instrumento más. El jazz te enseña muchas cosas.

LG: ¿Lo tuyo es el jazz?

V: El jazz es una cosa muy amplia, obviamente dentro del jazz están otros géneros, pero sí, lo mío es el jazz.

LG: ¿También compones?

V: Sí, en las composiciones de Efecto Mandarina yo hago las melodías y las letras. Tenemos composiciones desde el tercer disco y en el cuarto disco ya son todas composiciones propias del grupo.

LG: ¿A qué le cantas?

V: Le canto a todo, yo creo que el motor de la vida es la pasión, ya sea por una persona, por un día, una situación o un momento.

LG: ¿Tienes algún referente musical?

V: A nivel nacional, que haya marcado directamente mi estilo, no, pero sí me gustan los músicos bolivianos. Desde chiquita escuchaba a Willy Claure, Emma Junaro. Luego me gusta la música de Matilde Casazola, que es súper, aparte de poética, es muy nostálgica y es como un referente de nuestra cultura porque siendo andinos tenemos un carácter muy nostálgico, entonces creo que ella es una gran compositora.

LG: ¿Cómo definirías tu voz?

V: Camaleónica, muy versátil creo. Para mí la voz es como un instrumento de proyección de tu esencia, de lo que eres, de lo que quieres decir, lo que sientes en diferentes momentos. Yo entrego mucho al cantar, trato siempre de transmitir lo que estoy cantando, sobre todo si es una composición estoy diciendo lo que siento y básicamente con la música puedes generar empatía con la gente y la empatía es el motor del mundo.

LG: ¿Sacrificaste algo por la música?

V: Sí, muchas cosas, por ejemplo la parte más difícil que me ha tocado es el hecho de sacrificar muchas relaciones de amistad, porque de pronto tienes algo tan sencillo, como la boda de un amigo, un cumpleaños o una cena o algo así, que todos se junten y tú no puedes porque estás ensayando.

LG: Pese a tu juventud, ¿crees que estás en tu mejor momento?

V: Creo que sí, pero para mí cada año es diferente, cada año tiene sus pros y sus contras y siempre va a ser el mejor momento el que estás viviendo.

LG: ¿Que está haciendo ahora Efecto Mandarina?

V: Estamos componiendo para el quinto disco. Hemos parado un poquito luego del Festi jazz y ahora nos estamos concentrando en componer, tenemos como 6 temas para el quinto disco, que esperamos se dé en enero.

LG: ¿Cuál es el estilo de Efecto Mandarina?

V: Es bien ecléctico, de hecho el jazz para mí no es purista, para nada, entonces tenemos algunas que son rockeras, otras que son más poperas y otras que son “aspen jazz”.

LG: ¿A qué canción le tienes más cariño?

V: Es difícil, es como decir a cuál de tus hijos quieres más y eso es casi incorrecto decirlo, pero me gusta (el tema) “Ningún vals”.

LG: ¿Que te has propuesto con tu canto?

V: Poder viajar un montón, conocer todo el mundo con la música, porque me he dado cuenta que se puede.

“COLLITA HA SIDO COMO UN BAÑO DE PACEÑIDAD”

LG: ¿Qué significa para ti la versión que hiciste de “Collita?

V: Huy… “Collita” ha sido como un baño de paceñidad porque de hecho la versión, y siempre lo digo, es gracias a Jorge Villanueva que grabamos la canción. Él siempre me decía: “Tengo un arreglo de “Collita” y lo cantamos en una gala y salió súper lindo porque tenía un aire reggae, una cosa como bien jazz y luego decidimos grabarlo y fue un 16 de julio que lo postee en mi Facebook y lo empezaron a compartir y compartir. Y luego nos escribían para hacer vídeos y después ya lo escuchaba en los medios de comunicación.

LG: ¿Que tal la experiencia de ser parte de la gira de Wara por Europa?

V: He tenido la suerte de que me hayan invitado a acompañarlos y es fabuloso porque para mí Wara es un gran referente musical boliviano. Su disco “El inca” ha marcado una tendencia, una época en la música que ha sido la fusión del rock con el folclore. Para mí fue un honor, la primera vez que me invitaron, como hace tres años, no podía creerlo. El primer concierto que dimos fue una producción de Nicolás Suárez, el Wara sinfónico y fue la primera invitación que me hicieron para hacer los coros. Compartir con Carlos, Omar, Dante y Jorge fue una locura. Son muy buenas personas, divertidos, sobre todo, creo que tienen ese espíritu setentero, son súper buena onda.

UNA CHICA CON BUEN HUMOR, PERO IMPACIENTE

Veronica Osffir Pérez Jaime nació el 4 de febrero en La Paz. “Ennoviada” con Alejandro Loayza, estudió comunicación en la Universidad Católica Boliviana. Dice que no es hincha de ningún equipo. “Pero si tendría que ser de alguno, pues del Tigre”, expresó.

LG: ¿Cómo es tu carácter?

V: De pronto cuando entro en confianza, puedo ser muy alegre y si no soy generalmente seria (sonríe), varía mucho del día, del momento.

LG: ¿Virtud?

V: El buen humor

LG: ¿Defecto?

V: La impaciencia.

LG: ¿Pasatiempos?

V: No lo tomo como pasatiempo, sino como parte de lo que hago y es leer.

LG: ¿Vicios?

V: Comer.

LG: ¿Un sueño?

V: Encontrar la casa de Hansel y Gretel.

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