Cada mes de septiembre, la ciudad de Bermejo se convierte en el centro de atracción por los que aman la música, la danza, el folclore y compartir con amigos, es como que se enraíza su propia identidad que refleja un evento de singular jerarquía a nivel mundial. Se trata del Festival Internacional del Lapacho, evento cultural que nació allá por el año 1987, cuando un grupo de jóvenes denominados, Comité Juvenil Bermejeñista, les nació la brillante idea de darle a esta región sur del país, frontera con la República Argentina, una identidad propia, tomando en cuenta que en esos años solo se veía canales de Argentina o de Chile, más que de Bolivia.
Presididos por Rubén Reyes, Cacho Medina y otros jóvenes se las idearon para organizar sin un solo centavo, lo que hoy es uno de los eventos culturales más sobresalientes de Bolivia, declarado patrimonio cultural de Bolivia, hoy en día y para la organización del mismo, la prefectura del departamento de Tarija como el gobierno municipal de Bermejo otorgan recursos con los cuales se hace posible la contratación de grandes cantautores de la talla del Chaqueño Palavecino, Soledad, Los Nocheros (quienes hicieron sus primeras armas en este festival), los K´jarkas, Sabia Andina, entre otros.
A lo largo de estos años, la población fue tomándole cariño a este evento, tanto así que cada vez que se aleja el invierno y ve llegar la primavera, con la fragancia de los lapachos en flor, lo que atinan a preguntar los lugareños es, y quienes vendrán a actuar este año en el festival?.
Hay que reconocer que a través de este evento cultural, también se desprendieron desde lo más alto de las copas de los lapachos, artistas locales que brillaron y sorprendieron con su música, es por eso que antes del festival grande, se realiza el pre festival, con el objetivo de darle la oportunidad a los conjuntos locales para que, de ganar el pre festival, puedan codearse con los grandes de la música folclórica Latinoamericana arriba del escenario mayor y de eso nos pueden hablar muy bien los integrantes de Bermejo 4, creadores de “El machete de Simón”, o la chacarera de Santiago.
Las academias de danza trabajan todo un año para que los integrantes, en su mayoría jóvenes estudiantes, donde los ojos de sus padres brillan orgullosos, puedan por lo menos robar la atención de los presentes aunque sea un par de minutos.
Y la alegría llega, cada septiembre, y el corazón retumba al escuchar del presentador gritar a viva vos, FESTIVAL INTERNACIONAL DEL LAAAAPAAACHOOO, es algo que no se puede describir, dijo en alguna oportunidad Carlos Langa, quién vino desde el chaco tarijeño para entretener con sus picarescas intervenciones, como que cuando se encuentran con Jaime Carrasco, otro de los pioneros del festival, ambos tienen que caminar juntos para entonar en el andar, puesto que uno es rengo de la izquierda y el otro de la derecha, dice Langa para no chocarse entre si, y se suelta una risa invitando a los presentes a romper en aplausos porque ya viene otro festín en el escenario.
Y ya se va la primera noche, que por lo general es la más tibia, la segunda es cuando revientan las graderías y se rompe la taquilla, el bermejeño es participativo, le gusta cantar con el artista, corear sus canciones, será por eso que cuando caminamos por las calles anchas de esta ciudad sureña, un lugareño aun canta las canciones de Soledad o Llajtaimanta, o porque no decir una cacharpayita de Taricanto.
Cuantos pasaron y cuantos no querrán pasar por el escenario mayor del Festival Internacional del Lapacho, estamos en abril, pronto vendrá mayo y seguro estará sobre nosotros agosto y ya comenzaremos a hablar de nuevo de nuestra identidad, nuestro FESTIVAL INTERNACIONAL DEL LAPACHO.
Presididos por Rubén Reyes, Cacho Medina y otros jóvenes se las idearon para organizar sin un solo centavo, lo que hoy es uno de los eventos culturales más sobresalientes de Bolivia, declarado patrimonio cultural de Bolivia, hoy en día y para la organización del mismo, la prefectura del departamento de Tarija como el gobierno municipal de Bermejo otorgan recursos con los cuales se hace posible la contratación de grandes cantautores de la talla del Chaqueño Palavecino, Soledad, Los Nocheros (quienes hicieron sus primeras armas en este festival), los K´jarkas, Sabia Andina, entre otros.
A lo largo de estos años, la población fue tomándole cariño a este evento, tanto así que cada vez que se aleja el invierno y ve llegar la primavera, con la fragancia de los lapachos en flor, lo que atinan a preguntar los lugareños es, y quienes vendrán a actuar este año en el festival?.
Hay que reconocer que a través de este evento cultural, también se desprendieron desde lo más alto de las copas de los lapachos, artistas locales que brillaron y sorprendieron con su música, es por eso que antes del festival grande, se realiza el pre festival, con el objetivo de darle la oportunidad a los conjuntos locales para que, de ganar el pre festival, puedan codearse con los grandes de la música folclórica Latinoamericana arriba del escenario mayor y de eso nos pueden hablar muy bien los integrantes de Bermejo 4, creadores de “El machete de Simón”, o la chacarera de Santiago.
Las academias de danza trabajan todo un año para que los integrantes, en su mayoría jóvenes estudiantes, donde los ojos de sus padres brillan orgullosos, puedan por lo menos robar la atención de los presentes aunque sea un par de minutos.
Y la alegría llega, cada septiembre, y el corazón retumba al escuchar del presentador gritar a viva vos, FESTIVAL INTERNACIONAL DEL LAAAAPAAACHOOO, es algo que no se puede describir, dijo en alguna oportunidad Carlos Langa, quién vino desde el chaco tarijeño para entretener con sus picarescas intervenciones, como que cuando se encuentran con Jaime Carrasco, otro de los pioneros del festival, ambos tienen que caminar juntos para entonar en el andar, puesto que uno es rengo de la izquierda y el otro de la derecha, dice Langa para no chocarse entre si, y se suelta una risa invitando a los presentes a romper en aplausos porque ya viene otro festín en el escenario.
Y ya se va la primera noche, que por lo general es la más tibia, la segunda es cuando revientan las graderías y se rompe la taquilla, el bermejeño es participativo, le gusta cantar con el artista, corear sus canciones, será por eso que cuando caminamos por las calles anchas de esta ciudad sureña, un lugareño aun canta las canciones de Soledad o Llajtaimanta, o porque no decir una cacharpayita de Taricanto.
Cuantos pasaron y cuantos no querrán pasar por el escenario mayor del Festival Internacional del Lapacho, estamos en abril, pronto vendrá mayo y seguro estará sobre nosotros agosto y ya comenzaremos a hablar de nuevo de nuestra identidad, nuestro FESTIVAL INTERNACIONAL DEL LAPACHO.
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