La salsa calentó la fría noche cruceña en uno de los espectáculos más esperados por los amantes de este ritmo en Santa Cruz. El encargado de ponerle la candela fue Marc Anthony, considerado el rey de este género, que actuó anoche en el estadio Tahuichi Aguilera.
El show no estuvo exento de polémica por el retraso en la hora de inicio y las protestas de la gente que compró entradas para cancha y no pudo apreciar el concierto debido al débil sonido y los apretujones en los distintos sectores.
No obstante, el carisma y la soltura del artista puertorriqueño de alguna forma salvaron la noche. Marc Anthony era consciente de la expectativa generada, la cual pudo comprobar al observar a las más de 35.000 personas que se dieron cita, y por eso se brindó íntegro en cada una de sus canciones. Incluso se sorprendió, al terminar su actuación, que las graderías de preferencia, detrás del escenario, se encontraran colmadas de espectadores, que se habían dirigido allí para escuchar mejor, aunque no lo podían ver. A todos ellos los saludó y mandó besos antes de dirigirse a sus camerinos por última vez.
Vestido con un traje plomo oscuro, el cantautor apareció en el escenario a las 23:00 y empezó el desfile de éxitos con Valió la pena para luego continuar con Y hubo alguien. Después vinieron Te conozco bien, Muy dentro de mí, Contra la corriente y Vivir lo nuestro. Alrededor de la medianoche cantó Y ahora quién para cerrar con Tu amor me hace bien, que fue una de las más cantadas y bailadas por la gente que asistió al Tahuichi.
En detalle
Las pantallas laterales no funcionaron. Varias veces tuvieron que ajustar el sonido del micrófono personal al artista.
La gente reclamó que sólo pudo ingresar media hora después de iniciado el concierto a pesar de que había llegado con anticipación, pero se vendieron más espacios que los permitidos.
Pocos usaron barbijos para protegerse por la gripe A H1N1.
La gente de cancha se pasó a Vip por encima de los protectores.
El show no estuvo exento de polémica por el retraso en la hora de inicio y las protestas de la gente que compró entradas para cancha y no pudo apreciar el concierto debido al débil sonido y los apretujones en los distintos sectores.
No obstante, el carisma y la soltura del artista puertorriqueño de alguna forma salvaron la noche. Marc Anthony era consciente de la expectativa generada, la cual pudo comprobar al observar a las más de 35.000 personas que se dieron cita, y por eso se brindó íntegro en cada una de sus canciones. Incluso se sorprendió, al terminar su actuación, que las graderías de preferencia, detrás del escenario, se encontraran colmadas de espectadores, que se habían dirigido allí para escuchar mejor, aunque no lo podían ver. A todos ellos los saludó y mandó besos antes de dirigirse a sus camerinos por última vez.
Vestido con un traje plomo oscuro, el cantautor apareció en el escenario a las 23:00 y empezó el desfile de éxitos con Valió la pena para luego continuar con Y hubo alguien. Después vinieron Te conozco bien, Muy dentro de mí, Contra la corriente y Vivir lo nuestro. Alrededor de la medianoche cantó Y ahora quién para cerrar con Tu amor me hace bien, que fue una de las más cantadas y bailadas por la gente que asistió al Tahuichi.
En detalle
Las pantallas laterales no funcionaron. Varias veces tuvieron que ajustar el sonido del micrófono personal al artista.
La gente reclamó que sólo pudo ingresar media hora después de iniciado el concierto a pesar de que había llegado con anticipación, pero se vendieron más espacios que los permitidos.
Pocos usaron barbijos para protegerse por la gripe A H1N1.
La gente de cancha se pasó a Vip por encima de los protectores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario