La banda paceña, cuyo nombre significa "hablar sin ton ni son”, fue creada en 2014, tardando dos años en la grabación y composición de las canciones. El grupo nació con la premisa de buscar "un nuevo sonido que represente a la contracultura musical boliviana”.
"Iniciamos por la necesidad de escuchar algo nuevo. Queríamos salir de nuestra zona de confort, fusionando de una manera peculiar ritmos nacionales, con reggae, disco, jazz, o la cueca blues”, expresó Saulo Andrade, vocalista del grupo.
El músico cuenta que varios de los temas tienen características poco comunes; un ejemplo es Kusillo, que comienza a ritmo de ska y después se vuelve disco, además incluye una melodía de waka waka.
Otra de las canciones es El Tío. La letra de la canción cuenta una historia diferente: la gente fue la que le quitó toda su riqueza. El álbum fue grabado en Taki Estudios.
El guitarrista de la banda, Osmar Tapia, destacó que Bultuntún tiene como base la formación académica. "Todos hemos estudiado música, algunos nos educamos en música clásica y folklore. Eso nos dio la idea de crear algo distinto a lo ya escuchado. Proponemos letras más interesantes y con temáticas no comunes para la gente”, indicó.
El baterista Rafael Poma comentó que para la creación de los temas cada uno de los integrantes propuso fusiones con ritmos que representan sus raíces. "Salieron unas ideas nuevas, pero implementando el folklore boliviano, que tiene tanta variedad”, dijo.
"Queremos que Bultuntún revolucione el pensamiento de la gente para que cambie su manera de ver a una banda de música. Queremos cambiar la visión de los jóvenes e incluso de los mismos músicos”, añadió Enrique Andrade, percusionista.
El disco contendrá 10 temas como Deja, Trasnoche, Karma, Cueca-blues, Trazos, El Tío, Kusillo, Himno y Presagio. Además de uno incompleto, la otra mitad se grabará en el segundo disco.
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