Nadie puede revelar el día ni la hora en que llegará Romeo Santos a Santa Cruz, fue la orden estricta que recibió el equipo nacional de la producción del espectáculo que se realizará el jueves, en el Tahuichi.
Para completar el despiste, el bachatero arribará en su jet privado, su único medio de transporte, que tampoco precisó si viene de algún país europeo o desde EEUU. ¿Robarle una foto o un autógrafo en el hotel? ¡Suerte con ello! Con el mismo hermetismo manejan el nombre del lugar donde se alojará y en caso de que el dato se filtre, un equipo de más de 100 personas, entre escoltas y técnicos, se encargará de frustrar el plan de cualquier fanática. Así se comporta Romeo Santos en Bolivia o en la China, como un divo, que le ganó a Luis Miguel, que llevaba el primer lugar en el podio de los artistas más inaccesibles que han visitado el país.
Para el día del concierto, dejaron entrever que el músico elegirá a una espectadora para realizar la sensual escena de la cama.¡A cruzar los dedos!
Tan grande como su ego
Ayer comenzaron el armado del escenario sobre el que instalarán el imperio del ‘rey de la bachata’, que tendrá 18 metros de frente y 12 de fondo, con sonido de última generación, luces robóticas y pantallas led, en tales cantidades que precisan cuatro días de anticipación.
Los camerinos y el catering para su profuso equipo estarán listos hoy y consiste en seis habitaciones: una para Romeo y otras para los músicos, coristas, manager, técnicos y una oficina de producción.
La del músico no debe oler a cigarrillo, debe estar limpia y bien iluminada, mantener temperatura agradable, tener alfombras y sofás, dos espejos de cuerpo entero y una mesa con Gatorade de lima o limón y Red Bull, a temperatura ambiente, uvas pasas blancas, agua, y coñac Courvoisier ($us 200) y Hennessy ($us 170) por botella, contó Mariana Eterovic, a cargo del armado, equipamiento y catering de los camerinos
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