Ocho compositores bolivianos se reunieron durante la última semana de agosto en Santa Cruz para participar, con sus respectivas obras contemporáneas e inéditas, del IV Encuentro de Música Nueva, organizado por el Goethe-Zentrum.
Fue una semana de trabajo constante, ya que tuvieron arduos ensayos con los músicos del Ensamble del Instituto para Música Nueva de la Escuela Superior de Friburgo, para afinar detalles en la interpretación de sus partituras. A pesar del buen trabajo del cuarteto alemán, uno de los compositores, Álvaro Selaya, retiró su obra ya que tenía, a su parecer, exigencias técnicas que demandaban un mayor tiempo de práctica.
Finalmente los jueces del concurso, el maestro boliviano Alberto Villalpando y el alemán Cornelius Schwehr, dieron como ganadora la obra Hilos, del compositor paceño Miguel Llanque “por sus búsquedas sonoras, la sutileza de los detalles y la expresividad que emana de las elaboradas sonoridades”, mencionaron en el acta.
Obra ganadora
Ya de vuelta en La Paz, Miguel Llanque (1981) habló con Brújula sobre su trabajo en la música y su triunfo en este encuentro, que le permitirá la estadía de un mes en Alemania, en la Escuela Superior de Música Nueva.
El trío para cuerdas Hilos es una obra que no hace ninguna búsqueda más allá de las sonoras, explicó Llanque. “No tiene ningún significado ni ningún sentido extramusical, todo está hecho a partir del mismo sonido como materia prima para construir una estructura sonora. Con el título quería comparar la unión de esos sonidos con una tela que se va deshilachando hasta que quedan solo algunos hilos sueltos”, dijo Llanque.
Hilos, junto a otras cuatro obras, Mi pasado está delante (trío para piano y cuerdas, de Gastón Arce), Púrpura piedra (trío para cuerdas, de Carlos Gutiérrez), La nave de los locos - Salomé (trío para piano y cuerdas, de Gabriel Revollo) e Invocación y júbilo (trío para cuerdas, de David Valdivieso), pueden escucharse en Internet en: soundcloud.com/abaicam-2014.
Las obras restantes son Pepito, un trío para cuerdas de Juan Siles; y Solar, trío para cuerdas de Sebastián Zuleta.
Las búsquedas
Llanque afirmó que fue un lujo haber escuchado su trabajo interpretado de una manera tan fina, y está de acuerdo con Villalpando cuando este dice que la falta de músicos de buen nivel limita a los compositores bolivianos al momento de crear sus obras.
“Aunque es una situación que se está arreglando poco a poco. Cada vez hay intérpretes más preparados para tocar este tipo de música”, expresó.
Llanque dijo que esta “limitación” le ha servido a muchos músicos para hacer otro tipo de búsquedas sonoras. “Ante este problema han aparecido soluciones distintas. Muchas veces hemos dejado de componer para instrumentos tradicionales y lo hacemos para otro tipo de objetos y sonidos, es una búsqueda creativa muy diversa e interesante”, comentó.
Llanque da como ejemplo el trabajo de la música Canela Palacios, que hace piezas para ser tocadas por juguetes pequeños; o el mismo Sebastián Zuleta, que hace obras para objetos de metal, que no son instrumentos musicales pero que tienen sonoridades muy llamativas, así como también la Orquesta Experimental de Instrumentos Nativos de Cergio Prudencio, con la que
Llanque ha trabajado, e incluso el maestro Villalpando, que no ha dejado de componer en todo este tiempo.
Música en Bolivia
Llanque, integrante del Ensamble Maleza y fundador del espacio cultural Casataller, realizó estudios superiores en Chile durante cinco años, pero siempre tuvo la idea de volver a Bolivia, para formar público con sus proyectos, tanto en la música popular como en la contemporánea. “No es que ahora, por este encuentro, la gente piense que recién se produce en Bolivia; desde hace muchos años ha habido grandes compositores en el país”, dijo Llanque.
Para el compositor paceño la música es algo que no se puede explicar a través de las palabras. “La música y el sonido son casi como una forma de pensamiento”, señaló.
En cuanto a la música contemporánea, dijo que es una nueva forma de ver la música, “No es que se denoste la obra de Mozart y Bach, sino que se ve la música desde otra época y otra geografía”, finalizó
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