El cantautor uruguayo Jorge Drexler presentó hoy en Bogotá su nuevo disco, "Bailar en la cueva", una celebración de la danza y la música con sabor colombiano, con el que se atreve a "bailar" y que lo llevará de gira por el país.
"Me sorprende la búsqueda de las raíces musicales y, a la vez, de la contemporaneidad de los artistas colombianos", dijo el ganador de un Óscar en 2005 por su canción "Al otro lado del río", quien ofrecerá conciertos en el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo de la capital colombiana el 9 y 10 de septiembre y posteriormente visitará Medellín (noroeste).
Drexler, que grabó su álbum entre Bogotá y Madrid, confesó que "siempre" tuvo la curiosidad "sensacional" de que conectaba musicalmente con el país por la "generosidad proactiva y el optimismo" que encuentra en el círculo musical de Colombia.
"Es un disco de expansión muy personal a otros territorios temporales y geográficos", dijo Drexler, ganador del Premio Goya a la mejor canción original por "Que el soneto nos tome por sorpresa", en Colombia, su primera parada de una gira por Latinoamérica que lo llevará a Costa Rica y a México.
De este disco, destacó la colaboración especial del músico brasileño Caetano Veloso en la canción "Bolivia", una "referencia a su pasado" con la que Drexler ha querido realizar un homenaje al país que acogió a su padre, cuando tenía cuatro años, y a sus abuelos cuando tuvieron que huir de la Alemania nazi.
"Los flujos migratorios no son solo en una dirección, sino que van y vienen, como un movimiento pendular", dijo el artista, quien ha vivido en ambas orillas del Atlántico.
También compartieron créditos con el uruguayo artistas tan "dispares" como la rapera franco-chilena Ana Tijoux con el primer sencillo "Universos paralelos"; la vocalista de la banda colombiana Bomba Estéreo, Li Saumet, con el sencillo "Bailar en la Cueva " o la coproducción de Eduardo Cabra, de Calle 13 en "Todo cae".
"Caetano Veloso ha dado una intensidad emocional de las que más orgulloso estoy en mi carrera", manifestó Drexler, quien confesó que esta colaboración al igual que el resto fueron "espontáneas".
Este nuevo trabajo, que sigue "Amar la trama" en 2010, es un disco más "rítmico y bailable", un cambio en la trayectoria de su carrera en donde Drexler arriesga más que nunca con un sonido "hecho con los pies".
Drexler, quien se crió durante la dictadura en Uruguay, quiere demostrar que "los músicos también bailan" y que, a punto de cumplir los 50, se enfrenta a este "reto" como una "terapia" que le ayuda a liberarse y seguir el ritmo de su cuerpo.
"En mi vida han caducado muchas cosas, el cambio más grande fue a los 30 años cuando dejé el segundo grado en la especialidad de otorrinolaringología siguiendo a Joaquín Sabina a España para vivir de la música", recordó.
"La tendencia hacia el cambio es una característica no un defecto" dijo el cantautor que experimenta "nuevas identidades estéticas" con cada álbum discográfico en el mercado.
"Las fuentes de la inspiración son realmente imprevistas", indicó Drexler, quien "escribió sobre una hoja en blanco" las letras de las canciones de su nuevo álbum "encerrado" durante una semana en el norte de España.
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