El teatro boliviano se llevó la mayoría de los elogios del público y de la crítica especializada en el Festival Internacional de Teatro de La Paz (Fitaz), que hoy llega a su fin, el cual desde su inicio concitó el interés por la llegada de tres compañías internacionales de renombre mundial (la compañía suiza de Peter Brook; el elenco de danza teatro Constanza Macras, de Alemania; y el grupo Piccolo, de Italia), éste último fue, para muchos, la decepción.
De los 18 elencos nacionales invitados al Fitaz, cuatro despertaron buenos comentarios de los organizadores del evento, teatreros, autoridades y público consultado por este medio: Textos que migran, con su obra Mis muy privados festivales mesiánicos; Teatro de la Cueva, con El Libertador en su abrigo de madera; Teatro de los Andes, con La Odisea; y Bogus, con la pieza infantil La verdadera historia de los tres cerditos.
Para la crítica argentina Marita Fox: "La puesta en escena de Teatro de la Cueva me pareció de una poética excelente porque muestra al Libertador Simón Bolívar como un ser humano común, no como el héroe inalcanzable".
También elogió a ‘El Libertador’ la directora del Fitaz, Maritza Wilde, para quien "fue de lo mejor que se vio, junto a la función de Textos que migran, que mostró una pieza de una profundidad y estética impactantes".
Wilde mencionó como una "muy grata sorpresa la propuesta de Bogus, que ofreció un show para niños en el estilo de la antigua técnica de teatro de papel de Dinamarca".
Tanto a Fox como la actriz y estudiante de arte Andrea Martínez (que vio 17 espectáculos del festival) destacaron, además, la propuesta de Teatro de los Andes, que readaptó y actualizó la mítica historia de La Odisea.
Otras dos piezas nacionales que cautivaron al público fueron Moreno de plata, de Mondacca Teatro, y El Feo, del elenco cochabambino El Masticadero, que fueron las favoritas del oficial mayor de Culturas de la Alcaldía, Wálter Gómez, y del cineasta Marcos Loayza.
En cuanto a la propuesta internacional también hubo unanimidad y sorpresa ante la desprolija presentación, la noche del jueves, del elenco italiano Ferruccio Soleri, de Il Piccolo Teatro.
"Nos molestó muchísimo”, comentó Wilde. “Porque no hubo una presentación teatral, sino simplemente una charla con proyecciones de video sobre la antigua Comedia del Arte". Las fallas en el reproductor y el extenso soliloquio de Soleri provocaron que decenas de espectadores abandonen el Teatro Municipal, que para esta función cobró Bs 50 por butaca.
Algunas quejas del público también se dirigieron al precio de las entradas, cuyo promedio fue de Bs 35, cuando en anteriores versiones era de Bs 25; para muchos esto causó una merma de asistentes. La organización, hasta el viernes, aún no tenía datos de la recaudación.
Además de Warum Warum, de la compañía del reconocido director Peter Brook, los consultados resaltaron dos trabajos internacionales por su originalidad y solvencia: Pedro de Valdivia, del elenco Tryo Teatro banda, y La razón blindada, de Malayerba, de Ecuador.
Maritza Wilde elogió la participación del público y el interés que los medios de comunicación tuvieron con el festival. “Sin ellos, nada de esto hubiera sido posible”, afirmó Wilde.
La cantidad de elencos y la calidad de las obras presentadas hacen del Fitaz una cita exitosa.
Sin teatro costumbrista
En siete versiones, desde 1999, el festival nunca incluyó en su grilla a compañías habitualmente muy exitosas en taquilla en La Paz, como Talía Producciones, dirigida por Daniel Gonzales; Santallazos, de David Santalla; o Teatro Realidades, de Hugo Pozo. No obstante, los dos primeros sí fueron invitados a Escénica, un ciclo teatral excepcional que en 2009 organizó el Municipio paceño con motivo del Bicentenario de la Revolución de 1809. “No tenemos obras populares o costumbristas de un nivel mínimo como para que se pueda mostrar a nivel del Fitaz”, respondió Maritza Wilde, directora del Festival Internacional de Teatro de La Paz, ante el reclamo de algunos elencos que se sientieron excluidos de uno de los mayores eventos de las artes escénicas del país que, en estos días se desarrolló en La Paz.
En paralelo
- Coloquio. El miércoles, jueves y viernes, en la Cinemateca Boliviana, se realizó el coloquio de teatro contemporáneo denominado Provocaciones y encuentros, que tuvo la participación de Diego Aramburo, Antonio Peredo, Mónica Velásquez, Omar Rocha y Eduardo Calla, todos de Bolivia, y de Jorge Dubatti, de Argentina. En el evento se reflexionó sobre las diferentes escrituras, puestas en escena y formas de dirección del teatro contemporáneo.
- Presentación. La publicación del libro Peter Brook. Teatro sagrado y teatro inmediato, de la crítica de teatro argentina Marita Foix, fue presentado ayer por la mañana en la Cinemateca Boliviana. La investigadora recorrió la totalidad de la prolífica producción teatral del director Peter Brook (Londres, 1925) hasta su actividad en 2006, y se detiene en dos de sus concepciones más relevantes: ‘teatro sagrado’ y ‘teatro inmediato’, de gran productividad en el teatro contemporáneo. Analiza sus principales espectáculos y libros ensayísticos. Un apéndice suma sendos estudios de Jorge Dubatti y Lucas Margarit sobre la puesta y filmación de Hamlet y la peculiar versión de Brook sobre Los días felices.
- Seminario. Revista del teatro brasileño se tituló el seminario dictado por el Teatro Promiscuo, de Brasil, el miércoles y jueves, en el que se presentó una reseña de la historia de la compañía teatral brasileña desde de los años 40 hasta la actualidad.
- Talleres. Encarnando al personaje se denominó el taller dictado por el Teatro Promiscuo, de Brasil, dirigido a actores y actrices. La investigación y el desarrollo en el actor de la capacidad de autoría de los personajes que interpreta, fueron los temas que se trabajaron.
El taller de Stripptease, desnudando la creatividad fue dictado ayer por Pere Faura, de Holanda. Estuvo dirigido a cualquier persona interesada en desarrollar su creatividad, donde se estudió aquellos elementos escénicos implícitos en un stripptease, que tiene elementos teatrales, como son la seducción, la mirada o el cuerpo en movimiento.
- Foros. Formaron parte de la cita como un encuentro con el público y los teatreros, más allá del espectáculo, un diálogo abierto entre los artistas, el público. Los panelistas invitados, los foros tuvieron la intención de promover espacios de encuentro en torno a una conversación que implique reciprocidad y fueron convocados con temáticas específicas, relacionadas a un interés en común.
De los 18 elencos nacionales invitados al Fitaz, cuatro despertaron buenos comentarios de los organizadores del evento, teatreros, autoridades y público consultado por este medio: Textos que migran, con su obra Mis muy privados festivales mesiánicos; Teatro de la Cueva, con El Libertador en su abrigo de madera; Teatro de los Andes, con La Odisea; y Bogus, con la pieza infantil La verdadera historia de los tres cerditos.
Para la crítica argentina Marita Fox: "La puesta en escena de Teatro de la Cueva me pareció de una poética excelente porque muestra al Libertador Simón Bolívar como un ser humano común, no como el héroe inalcanzable".
También elogió a ‘El Libertador’ la directora del Fitaz, Maritza Wilde, para quien "fue de lo mejor que se vio, junto a la función de Textos que migran, que mostró una pieza de una profundidad y estética impactantes".
Wilde mencionó como una "muy grata sorpresa la propuesta de Bogus, que ofreció un show para niños en el estilo de la antigua técnica de teatro de papel de Dinamarca".
Tanto a Fox como la actriz y estudiante de arte Andrea Martínez (que vio 17 espectáculos del festival) destacaron, además, la propuesta de Teatro de los Andes, que readaptó y actualizó la mítica historia de La Odisea.
Otras dos piezas nacionales que cautivaron al público fueron Moreno de plata, de Mondacca Teatro, y El Feo, del elenco cochabambino El Masticadero, que fueron las favoritas del oficial mayor de Culturas de la Alcaldía, Wálter Gómez, y del cineasta Marcos Loayza.
En cuanto a la propuesta internacional también hubo unanimidad y sorpresa ante la desprolija presentación, la noche del jueves, del elenco italiano Ferruccio Soleri, de Il Piccolo Teatro.
"Nos molestó muchísimo”, comentó Wilde. “Porque no hubo una presentación teatral, sino simplemente una charla con proyecciones de video sobre la antigua Comedia del Arte". Las fallas en el reproductor y el extenso soliloquio de Soleri provocaron que decenas de espectadores abandonen el Teatro Municipal, que para esta función cobró Bs 50 por butaca.
Algunas quejas del público también se dirigieron al precio de las entradas, cuyo promedio fue de Bs 35, cuando en anteriores versiones era de Bs 25; para muchos esto causó una merma de asistentes. La organización, hasta el viernes, aún no tenía datos de la recaudación.
Además de Warum Warum, de la compañía del reconocido director Peter Brook, los consultados resaltaron dos trabajos internacionales por su originalidad y solvencia: Pedro de Valdivia, del elenco Tryo Teatro banda, y La razón blindada, de Malayerba, de Ecuador.
Maritza Wilde elogió la participación del público y el interés que los medios de comunicación tuvieron con el festival. “Sin ellos, nada de esto hubiera sido posible”, afirmó Wilde.
La cantidad de elencos y la calidad de las obras presentadas hacen del Fitaz una cita exitosa.
Sin teatro costumbrista
En siete versiones, desde 1999, el festival nunca incluyó en su grilla a compañías habitualmente muy exitosas en taquilla en La Paz, como Talía Producciones, dirigida por Daniel Gonzales; Santallazos, de David Santalla; o Teatro Realidades, de Hugo Pozo. No obstante, los dos primeros sí fueron invitados a Escénica, un ciclo teatral excepcional que en 2009 organizó el Municipio paceño con motivo del Bicentenario de la Revolución de 1809. “No tenemos obras populares o costumbristas de un nivel mínimo como para que se pueda mostrar a nivel del Fitaz”, respondió Maritza Wilde, directora del Festival Internacional de Teatro de La Paz, ante el reclamo de algunos elencos que se sientieron excluidos de uno de los mayores eventos de las artes escénicas del país que, en estos días se desarrolló en La Paz.
En paralelo
- Coloquio. El miércoles, jueves y viernes, en la Cinemateca Boliviana, se realizó el coloquio de teatro contemporáneo denominado Provocaciones y encuentros, que tuvo la participación de Diego Aramburo, Antonio Peredo, Mónica Velásquez, Omar Rocha y Eduardo Calla, todos de Bolivia, y de Jorge Dubatti, de Argentina. En el evento se reflexionó sobre las diferentes escrituras, puestas en escena y formas de dirección del teatro contemporáneo.
- Presentación. La publicación del libro Peter Brook. Teatro sagrado y teatro inmediato, de la crítica de teatro argentina Marita Foix, fue presentado ayer por la mañana en la Cinemateca Boliviana. La investigadora recorrió la totalidad de la prolífica producción teatral del director Peter Brook (Londres, 1925) hasta su actividad en 2006, y se detiene en dos de sus concepciones más relevantes: ‘teatro sagrado’ y ‘teatro inmediato’, de gran productividad en el teatro contemporáneo. Analiza sus principales espectáculos y libros ensayísticos. Un apéndice suma sendos estudios de Jorge Dubatti y Lucas Margarit sobre la puesta y filmación de Hamlet y la peculiar versión de Brook sobre Los días felices.
- Seminario. Revista del teatro brasileño se tituló el seminario dictado por el Teatro Promiscuo, de Brasil, el miércoles y jueves, en el que se presentó una reseña de la historia de la compañía teatral brasileña desde de los años 40 hasta la actualidad.
- Talleres. Encarnando al personaje se denominó el taller dictado por el Teatro Promiscuo, de Brasil, dirigido a actores y actrices. La investigación y el desarrollo en el actor de la capacidad de autoría de los personajes que interpreta, fueron los temas que se trabajaron.
El taller de Stripptease, desnudando la creatividad fue dictado ayer por Pere Faura, de Holanda. Estuvo dirigido a cualquier persona interesada en desarrollar su creatividad, donde se estudió aquellos elementos escénicos implícitos en un stripptease, que tiene elementos teatrales, como son la seducción, la mirada o el cuerpo en movimiento.
- Foros. Formaron parte de la cita como un encuentro con el público y los teatreros, más allá del espectáculo, un diálogo abierto entre los artistas, el público. Los panelistas invitados, los foros tuvieron la intención de promover espacios de encuentro en torno a una conversación que implique reciprocidad y fueron convocados con temáticas específicas, relacionadas a un interés en común.
Punto de vista
Fitaz, la razón y la odisea
Ada Zapata / Crítica de teatro
El miércoles 24 de marzo, en el Teatro Municipal se presentó La razón blindada, del teatro Malayerba, de Ecuador, una de las últimas producciones del festival. La obra, de Arístides Vargas, está basada en ‘El Quijote’ de Cervantes, La verdadera historia de Sancho Panza, de F. Kafka, y en las historias de Chico Vargas, junto a otros presos de la dictadura de los 70 en la cárcel de Rawson. Sobria en escenografía, se caracteriza por ‘malevaje’ de la palabra para construir territorios. Los actores Gerson Guerra y Arístides Vargas despliegan una perezosa danza de mesas y sillas rodantes sobre un escenario vacío. Con destellos de humor, existencialista aborda los tópicos comunes, los arquetipos del encierro y la parálisis; los personajes están sentados durante toda la obra. Una innegable buena actuación narra las mesuradas astucias del texto.
Parodiando al Quijote o regurgitando satisfactoriamente sus mejores pasajes, imaginando la romántica locura y divirtiendo al espectador, el grupo Malayerba sabe manejar las frustraciones humanas transformándolas en gestos frenéticos. Para matar el tiempo, La Razón Blindada dibuja la armadura del hombre que está solo por dentro, de su anhelante necesidad insatisfecha y de un puente intangible con el otro. El público, ese otro de múltiples brazos, aplaudió y se levantó mecánicamente de sus asientos después de la representación.
Por otra parte, La Odisea, de Teatro de los Andes, inauguró el Fitaz llevando del brazo a un Ulises transformado en todos los hombres, mujeres y niños exiliados. Figurativa, con un espíritu universal y noble crítica social, consagra el espacio a través de móviles tallos de bambú. El humor de la fábula arma y desarma sencillamente la odisea humana. Ágiles compositores de imágenes, los actores crean su propia sintaxis teatral; conciliadores tratan de levantar al hombre y mitigar su hambre.
La Odisea deleita tambaleándose en el limbo de la fuga y el retorno al hogar. El contemporáneo Teatro de Los Andes deja tras sí un estilo propio.
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