lunes, 25 de enero de 2016

Los secretos del underground paceño



¿Quiénes forman y formaron el mundo underground de La Paz? ¿Cómo y cuándo se creó este movimtiento? ¿Cuáles son sus principales características? Éstas y otras preguntas serán respondidas en un documental que se propone revelar todos los secretos hasta ahora desconocidos de esta cultura.

Se trata de Los oscuros senderos del underground paceño. El filme será producido y dirigido por Franz Flores y Omar Montecinos, quienes en la actualidad se encuentran en la etapa de elaboración del guión.

Flores es miembro de la banda paceña underground V-Crows, productor de video y fotógrafo profesional. Mientras que Montecinos es coleccionista de música underground desde 1992, investigador y escritor.

"Básicamente será un video documental histórico y narrativo de cómo surge en La Paz el movimiento underground”, adelantó Montecinos.

El concepto underground, que en español quiere decir subterráneo, reúne a las subculturas que se crean alrededor de expresiones y prácticas socioculturales consideradas alternativas a la cultura hegemónica o aceptada por la sociedad. En este movimiento se inscriben subculturas que se forman a partir de la identificación con la filosofía y propuesta de vida de géneros musicales como el metal, el punk y el rock.

Para este proyecto, los productores se pusieron como primer objetivo identificar a las personas que formaron parte de este movimiento en La Paz desde finales de la década de 1980.

"Estamos trabajando, primeramente, en localizar a gente que perteneció a la escena desde hace muchos años. Hablo desde, más o menos, la época de finales de los 80”, indicó Montecinos.

Así, en las entrevistas de Los oscuros senderos del underground paceño se buscará saber cómo estas personas llegaron a formar parte de esta escena. "Que ellos mismos nos cuenten cómo lograron poner las primeras semillas en este mundo subterráneo, para esas épocas aún desconocido, y cómo ahora se ha convertido, después de casi 25 años, en todo un movimiento cultural y, por qué no decirlo, también político”, agregó el investigador.

En ese sentido, el filme se propone reivindicar el movimiento underground como una cultura y dejar de lado el concepto de tribu urbana que en ocasiones se le atribuye.

"Este documental tiene como principal objetivo hacer saber que la cultura underground va más allá de ser una simple tribu urbana. Pues ser parte de un movimiento como este es una filosofía de vida, es decir, una forma de vida que va más allá de ser o no ser joven”, detalló Montecinos.

Para el escritor, las tribus urbanas se caracterizan por ser efímeras, lo que no sucede con la cultura que será el tema central de su documental.

"Las personas que componen una tribu urbana, como las de hip hop, reguetón, rap, rock glamur y otras, generalmente son adolescentes que lo hacen simplemente por seguir al grupo. Una vez que pasa su euforia o inmadurez y con el correr de los años, esa gente, que se decía muy rebelde, es la más conservadora y poco crítica al sistema”, aseveró el productor.

Montecinos indicó que dentro del movimiento underground se pueden encontrar integrantes de diversas edades, desde adolescentes hasta individuos que tienen más de 40 años.

"Ellos son personas que todavía sienten la pasión de la música en sus venas y cuerpo como cuando tenían tan sólo 15 años o menos”, comentó.

Además de entrevistas, los productores buscarán material de apoyo para el filme como fotografías, videos y documentos de esa época.

"Este documental también presentará escenas de algunos conciertos, afiches y tapas o portadas de todo el material fonográfico que las bandas underground han producido desde hace más de 20 años, es decir casetes y CD”, detalló Montecinos.

Además, no será sólo la producción de los grupos musicales de la década de los 80 que aparecerá en el documental Los oscuros senderos del underground paceño, sino también las creaciones de los seguidores.

"Por otro lado, también revisaremos algunos fanzines (publicación temática realizada por aficionados) por medio de los cuales el movimiento underground paceño mantenía contacto con otras escenas de otras ciudades de Bolivia y del mundo”, aseguró.

La recopilación de información se completará con entrevistas a expertos e investigadores en esta temática.

"Entrevistaremos también a sociólogos, comunicadores sociales, antropólogos, politólogos y psicólogos que de algún modo hayan trabajado en sus investigaciones el tema del underground o subculturas”, agregó.

Entre los nombres que ya identificaron están Luis Tapia, Milen Saavedra, Alison Spedding, Freddy Mamani y Marcelo Quiroz, entre otros.

"Queremos tener una producción muy nutrida y profesional para lograr visibilizar el movimiento underground”, aseguró Montecinos.

Con este proyecto, que esperan finalizar este año, los productores también quieren iniciar una serie de documentales sobre el movimiento underground en Bolivia.

"Queremos impulsar a compañeros under de otras ciudades de Bolivia a producir igualmente documentales que cuenten el surgimiento del underground en sus lugares”, aseguró Montecinos.

Según los productores de Los oscuros senderos del underground paceño, el documental durará aproximadamente tres horas. Además, será distribuido de forma independiente por los mismos autores.

Se hicieron investigaciones y se publicaron libros sobre el tema
El movimiento desde la academia

El movimiento underground boliviano, y específicamente paceño, ha sido poco estudiado, aseguró Omar Montecinos, uno de los productores del documental Los oscuros senderos del underground paceño.

Sin embargo, destaca que a pesar de haber poca información y menos registro de la historia de esta cultura, varios investigadores se han ocupado del tema.

Uno de ellos es el politólogo Luis Tapia, quien en 2012 publicó el libro El movimiento juvenil underground y la ciudadanía desde el subsuelo político.

Se trata de una interpretación política sobre las expresiones musicales de un sector del movimiento underground de La Paz y El Alto durante el año 2000. La publicación recoge la propuesta de bandas como Autorev, Scoria, 3.18, Pantano, Averno, Ciudad Líquida y Los Tuberculosos, Llawar, Llocalla feo, Indio, Raza, Secuencia Progresiva y Ofensiva Sónica, entre otras.

También el libro de Milen Saavedra, La expresión juvenil del Heavy Metal en La Paz, una investigación sobre esta cultura desde el punto de vista de sus procesos comunicacionales.

Además, el mismo Montecinos publicó Cuero y metal: memorias del underground paceño. El libro recoge las vivencias de un joven metalero dentro de esta subcultura urbana. A la vez, revela parte de la historia del movimiento subterráneo musical de La Paz, es decir, describe los primeros conciertos de metal y punk, habla de las primeras bandas, los primeros clubes de metaleros y los primeros programas radiales que se centraron en este movimiento.

Este libro fue publicado en junio de 2014 por la editorial independiente Autodeterminación en el marco de la colección El horizonte interior.

La publicación incluye, a diferencia de otras, dos discos que presentan una compilación de la historia fonográfica del underground boliviano. Los CD contienen canciones de más de 20 bandas under de estilos musicales como rock, punk y metal, entre otros.

Finalmente, existe también el libro Un abordaje cuasi filosófico de la cultura metalera, destruyendo mitos, de Ricardo Medina. La publicación plantea explicar este movimiento en general y a escala mundial desde la corriente del existencialismo.

La historia de la cultura underground

En Bolivia, en la década de 1970, la influencia de bandas de rock y metal como Deep Purple, Led Zeppelin y Black Sabath dio lugar a la formación de grupos locales que interpretaban música underground, es decir no comercial e independiente.

En 1980, posteriormente a la finalización de las dictaduras y con la influencia de bandas extranjeras como AC/DC, Scorpions y Judas Priest, empezaron a aumentar las bandas bolivianas que se identificaban en su totalidad con un sonido underground y componían sus propias canciones, con el propósito de otorgarle mayor autenticidad a su propuesta.

En esta década, el retorno a la democracia, la aparición de videoclips y discos compactos contribuyeron al fortalecimiento del movimiento tanto en el mundo como en Bolivia. Así surgió, a fines de la década, el subgénero del trash, que se bifurcó posteriormente hacia tendencias como el death, dark, gore, power sinfónico, gótico y hard core.

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