Robbert van de Corput nació en una casa de Breda (Países bajos) donde se escuchaba la música de James Brown, Elvis Presley y Michael Jackson. Cuando tenía cuatro años sus padres recibieron el diagnóstico de que su hijo era un prodigio del piano y a los 10 ya tocaba varios instrumentos; sin embargo, cierto día, el niño vio por la televisión un documental sobre Tiësto y su vida tomó un rumbo definitivo.
Giro
Cambió las teclas del piano por las de una computadora y empezó a fabricar sonidos electrónicos. A los 12 lo invitaron a mezclar en un cumpleaños para 100 personas. “Debió sonar bien porque a la salida mi padre me dijo que a partir de entonces iba a necesitar un nombre, y se le ocurrió lo de Hardwell”, contó el autor de Spaceman.
A los 14 empezaron a lloverle contratos en los boliches de su ciudad, pero no podía entrar por ser menor de edad, es por eso que el mezclador acudía acompañado de sus padres. El salto a la fama internacional llegó en 2009, gracias a la acogida de su remix Show me love vs. Be.
Durante dos años consecutivos (2013 y 2014) fue reconocido como el DJ número uno en el mundo por la revista DJ Magazine, algo así como la biblia de la música electrónica del planeta y desde el 2015 ocupa el segundo lugar en el mismo listado, que reúne a los 100 artistas más populares en su género.
La música de Hardwell se ha presentado alrededor del mundo, ha colaborado con astros como Coldplay, 30 seconds to Mars o Taio Cruz
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