Ante al menos 20 mil personas, el escenario deportivo recibió una fuerte dosis musical, algarabía solamente equiparada con la euforia que se vive en los clásicos paceños. Después de Scorpions (2010) y Megadeth (2012), ESUESA (Elite Show Universal Entertainment SA), otorgó nuevamente a la sede del Gobierno un espectáculo musical y visual memorable.
HISTÓRICO. El concierto se inició puntualmente, a las 20.30, con la actuación de los argentinos de Coverheads, quienes interpretaron un repertorio variado con versiones de clásicos como Enter Sandman, de Metallica; Livin' On A Prayer, de Bon Jovi; Highway To Hell de AC/DC y Cryin’ de Aerosmith. La banda soporte se ganó a los asistentes.
El momento esperado llegó a las 22.42 con You Could be mine, que dejó al público altamente sorprendido por no esperar que el emblemático tema del álbum Use Your Illusion II abriera el show. Las luces y dieron la señal para que Axl Rose imponga su presencia en el escenario.
“¿De quién fue la idea de abrir con YCBM?! Alguien mate a ese tipo! Ha! Gracias”, escribió al respecto Axl al día siguiente en su Twitter.
La noche siguió con You're Crazy, Chinese Democracy y la siempre coreada Welcome To The Jungle. Los tres guitarristas en escena: Richard Fortus, Ron "Bumblefoot" Thal y DJ Ashba realizaron interpretaciones
It's So Easy, Mr. Brownstone, Estranged y Rocket Queen prosiguieron con el show. Con menos voz, pero mucha actitud, el mítico frontman de GNR demostró que sigue vigente.
Duff Mc Kagan, quien acompaña a los Guns en la gira sudamericana, sentó su presencia con Attitude y Raw Power.
Ya que era claro que el público estaba sediento de clásicos, una a una llegaron las mejores piezas de la legendaria banda. Si bien Axl Rose ha cambiado, tanto física como vocalmente, los presentes podrán confirmar que "se comió" el escenario. Su apariencia es, desde hace ya algunos años, motivo de críticas y burlas. No obstante, con 52 años encima, el ídolo de las décadas pasadas no ha muerto y lo expuso con el hit Sweet Child Of Mine.
Las sorpresas continuaron cuando un bello piano azul apareció en el escenario, con el que Axl dio inicio a las notas de November Rain para poner a todos a cantar. Imagen perfecta para presentar ante todos a uno de los últimos rockstars.
Abnormal, Don't Cry, Knockin' On Heaven's Door y Nightrain continuaron con el espectáculo, y después siguió con Patience y The Seeker.
El gran final se dio al promediar la 01.20 del domingo 13 con Paradise City, en el que un show de papel picado tiñó de rojo al “Siles”.
Es casi una sentencia que Guns N' Roses no volverá a Bolivia, aún así el transporte al pasado que vivieron los asistentes, quedará para siempre.
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