Eddy Navia, potosino de nacimiento, es el artista que, junto con su charango y a la experiencia de haber conquistado escenarios junto con Savia Andina, se marchó a Estados Unidos en los 90 y empezó a hacer patria desde afuera. En 2011 concretó su anhelo de elaborar una propuesta que rescate las melodías de nuestro país junto a Valdés, que aseguró que fue él quien lo animó a tomar el paso. “Él confió en mí para hacer algo diferente”, manifiesta el cubano sobre su amigo, que aún no cree que su trabajo esté nuevamente nominado a los premios más importantes de la música latina. “Para mí es un honor representar a Bolivia en este evento y que la gente aprecie el trabajo que hemos realizado”, confiesa.
El músico compite con Reynaldo Armas, Gaélica, Gualberto Ibarreto y C4 Trío, Los Nocheros y María Mulata en la categoría mejor álbum folclórico.
El orgullo
Los carnavales inspiraron el nombre del disco que incluye elementos de percusión y tambores, incluidos por sugerencia de los productores internacionales que quedaron embelesados con la primera apuesta de los músicos, que estuvo nominada el año pasado. El premio finalmente se lo llevó la mexicana Lila Downs. Esta vez, los artistas se dieron el gusto de incluir en su disco una interpretación de Jumechi, el tradicional carnaval compuesto por Godofredo Núñez, para destacar la riqueza musical de nuestro país.
Confesiones
A Eddy no le tiembla la voz para aceptar que el folclore tiene más aceptación en Estados Unidos y Europa que en Latinoamérica; para reconocer que no ha escuchado aún la música de sus competidores y que le gustaría trabajar con Shakira.
Para él, el charango es el instrumento que identifica al país que el 21 de noviembre podría celebrar su primer premio en la industria
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