Protagonista en principio era Brasil, gracias al excelente esfuerzo de su Embajada: Brasil es por su propia naturaleza una de las grandes patrias del jazz y de sus variantes. La componente africana de su cultura, mestizada de manera única e irrepetible con decenas de otras influencias, ha creado un terreno de cultivo fértil para que se desarrollaran versiones originales del jazz, como la bossa nova, y justamente uno de los creadores de ese género, Roberto Menescal, es el invitado de honor en la 20.ª edición del festival paceño.
Sin embargo, en el concierto inaugural, a la extraordinaria presencia brasileña (Diego Figueiredo, virtuoso de la guitarra como pocos otros en el mundo, y el Gabriel Grossi Cuarteto) se ha agregado algo más, un hermoso hermanamiento musical entre el país vecino y Bolivia: el proyecto Menescal de los Andes, dirigido por Jorge Luis Villanueva, ha sido un homenaje intercultural al huésped de honor y a la vez el resultado de una magnífica interacción entre músicos de ambos países. El público ha recibido la confirmación que el jazz en Bolivia está muy vivo y ha alcanzado un alto nivel de calidad, y que el propio jazz tiene, como ninguna otra forma de expresión musical, la capacidad de generar unión.
Silvio Mignano. Diplomático y escritor.
Embajador de Italia en Bolivia
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