domingo, 8 de octubre de 2017

“A los Cadillacs nos pusieron varios rótulos que nos enorgullecen”



Junto a Aníbal Rigozzi, Vicentico y Flavio Cianciarulo, Mario Siperman integró ese grupo de amigos que en 1984 formaron Los Fabulosos Cadillacs. La agrupación retorna luego de ocho años a tierra cruceña, con nuevo disco y promete ser una de las grandes atracciones del Cosquín Rock, que se llevará a cabo el 4 de noviembre en el Ventura Sur (doble vía a La Guardia y 5to anillo). El tecladista, conocido como ‘Spiker’, habla de la experiencia de ser parte de una de las mayores bandas de Latinoamérica por más de 30 años.

¿Qué te parece volver a Bolivia?

Es genial porque ya pasaron varios años de la última vez que estuvimos en Santa Cruz de la Sierra; además, esta ocasión especial porque vamos en el formato del Cosquín Rock, un festival que en Argentina se viene realizando hace varios años y ahora está viajando por Latinoamérica. Los Fabulosos Cadillacs presentaremos algunas canciones de nuestro nuevo disco, como también los clásicos de siempre pensando que en un festival tenés que tocar de todo en una hora y media o una hora y cuarenta de show.

¿Cuál fue la idea de hacer un disco del tipo conceptual como La salvación de Solo y Juan?

Es un disco que veníamos pensando hace muchos años. Los Cadillacs somos un poco contreras, es decir, nos gusta un poco ir en contra de la corriente. Y cuando parece que el formato de disco está por dejar de existir, que uno escucha solo canciones por internet o por las redes, tuvimos la idea de armar un álbum que cuente una historia. Pensamos que está bueno poder tomarse un rato del día y dedicar 40 minutos a escuchar un disco entero y meterse dentro de los climas de y las sensaciones que se generan.

¿La idea era volver a ese formato, digamos temático, que identificó a LFC gracias a discos como El León, Rey Azúcar o Fabulosos Calavera?

Y sí. Lo interesante es no quedarse en la simpleza. Nosotros, después de estar más de 30 años juntos, tenemos la idea de no hacer las cosas de la manera más simple o más clásica, sino de la que nos gusta a nosotros. En momentos en los que la industria no tiene un camino definido, consideramos que no tenemos que depender de hacer lo típico, lo que hacen los demás.

¿Cómo aprendieron Los Fabulosos Cadillacs a llevar el tiempo a lo largo de estos 30 años?

Es una de las cosas que más se aprende con la madurez. En un principio crees que lo tuyo es una carrera musical, en la que tenés que correr en pos de alcanzar algo y tenés que hacerlo rápido. Con el tiempo te das cuenta de que se trata de otra cosa. Uno quiere, ante todo, dedicarle su tiempo a las canciones para que te salgan lindas, para que te satisfagan a vos, al público y eso es justamente la idea contraria a la de una carrera, de algo para llegar a una meta.

Hay quienes afirman que el estilo de LFC es inclasificable. ¿Están de acuerdo con eso?

Salvo grupos que hacen un estilo muy definido, está bueno no encasillarse en una clasificación. Igual a nosotros nos pusieron varios rótulos que nos enorgullecen, desde el ska, el funk y un montón de ritmos latinos, que nos marcaron mucho desde un principio. Los hicimos de una manera no ortodoxa pero con total respeto y cariño al estilo, es decir, que todos estos rótulos se pueden perfectamente aplicar a lo que hacemos.

¿Qué representa para la banda la inclusión de nuevos valores, en este caso de Florián y Astor, los hijos de Vicentico y Flavio?

Es muy lindo porque son nuevos y viejos a la vez. Ellos están desde chicos con nosotros, aunque hace poco se han subido al escenario a tocar con la banda. Son los hijos de Vicentico y de Flavio y para los demás es como si fueran nuestros sobrinos. Nos conocen y los conocemos, entonces se logra una confianza total en los shows, pasan cosas de una energía muy linda.

Vos te has dedicado a la producción de grupos, pero también has producido material propio. ¿Cuál ha sido la búsqueda en tus trabajos solistas?

A mí siempre me gusta, cuando hago cosas propias, no estar solo. Siempre me busco pequeñas alianzas con distintos amigos músicos, y creo que eso enriquece mi trabajo. Me parece que eso me nutre. Por ejemplo, ahora estoy haciendo un disco con otro amigo y capaz le mando los temas a Sergio (Rotman, el saxofonista) para que me haga un comentario, y me tire una buena idea. Siempre hacemos un entrecruzamiento de información y me parece que eso es buenísimo.

¿Qué le decís a la gente que los va a ir a ver el 4 de noviembre?

Que los esperamos, amigos, el 4 de noviembre en Santa Cruz de la Sierra, en un festival con mucho rock y mucha tradición. Les garantizo que vamos a brindar todo lo que la gente espera, la música que todos quieren escuchar y también algunas sorpresitas.

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