jueves, 30 de marzo de 2017

Robert Álvarez, guitarrista y fundador de Ángeles del Infierno, habla sobre su relación con Bolivia


Robert Álvarez la pasa muy bien cada vez que viene a Santa Cruz. Eso es lo que nos dice cuando le preguntamos sobre su estadía en la ciudad. “Tiene un clima bastante cálido y nos tratan estupendamente”, afirma desde una habitación del hotel Radisson. El guitarrista y sus compañeros tocarán esta noche, desde las 21:00, en Buffalo Park.

“Haremos un repaso de toda nuestra producción, desde el primer disco hasta el último, eso incluye por supuesto los clásicos Maldito sea tu nombre, Sombras en la oscuridad, 666, Rocker, y otros”, explica el músico que fundó el grupo Ángeles del Infierno en 1982.

La relación de esta agrupación, una de las precursoras del heavy metal en castellano, con Bolivia es de vieja data. La primera vez que el conjunto español visitó la capital cruceña fue en 2000, el 2004 estuvieron en Sucre, en 2010 pasaron por La Paz y cuatro años más tarde actuaron en la Villa Imperial y en la sede de Gobierno.
“Aunque suena a cliché nos sentimos como en casa y nos adaptamos muy bien a todas las ciudades. Por ejemplo, nos advirtieron que tengamos cuidado con la altura de Potosí, pero no nos afectó, la sentimos, pero no nos devastó”, expresa quien lleva los riff en la banda.

Producción
El último disco de la formación es Todos son ángeles y salió a la luz en 2003, aún así, en los metaleros no tienen necesidad de lanzar material nuevo porque sus antiguas creaciones se mantienen vigentes. Álvarez cree que se debe a que sus letras se refieren a cosas de la vida real y que son atemporales. “La juventud sigue teniendo los mismos problemas que hace 30 años. Por desgracia hay muchas cosas que no cambian”, enfatiza.

Los seis discos de estudio de Ángeles del Infierno tienen sonidos y conceptos distintos. Y el compositor, junto a Juan Gallardo (vocalista), lo atribuye a que son arriesgados. “Hacemos lo que sentimos. Debemos estar convencidos de algo para transmitirlo. Y si no tienes nada que decir es mejor no hacerlo”, dice, y da pie a conversar sobre su próximo lanzamiento. “Estamos trabajando en cosas nuevas. Sorprenderán bastante cuando salgan. Pero no te diré cuándo ni cómo van a salir”, afirma.

El rock y otros demonios
En estos tiempos muy pocas cosas escandalizan a la humanidad y consultado acerca de que si no encuentra poco creíble aquel mito en el que construyeron su carrera como el “pacto con el diablo” y su “simpatía por lo satánico”, responde: “A mí me gusta utilizar metáforas, el rollo satánico no es nada más que metáfora, pacto con el diablo va de que en aquel entonces se estaba poniendo de moda que los jóvenes se metan heroína por las venas, ese era el demonio”, y queda claro

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