jueves, 2 de marzo de 2017

Maná rompe protocolo y regala firmas a sus fans




José Quisbert esperó seis horas en el Aeropuerto Internacional de El Alto llevando su guitarra para conseguir un autógrafo de su “grupo amado”, Maná. Y así lo consiguió, cuando la agrupación, tras salir del aeródromo, rompió el protocolo y firmó el instrumento. El grupo saludó a sus fans.

Quisbert llegó a las 09.30, quería ser el primero en ver a la agrupación mexicana. Una vez que se enteró la hora exacta del arribo, no dejaba de correr de un lado al otro y fuera del aeropuerto para ubicar la puerta exacta donde saldría la agrupación. Estaba exhausto: gotas de sudor caían de su frente y nunca soltó su guitarra.

“Es un gusto tenerlos en el país después de tanto tiempo. Es mi grupo favorito, me formé desde niño con su música, fue un pilar en mi vida. Escuchar sus melodías es tan apasionante”, dijo a La Razón el joven, quien también pidió vacaciones para no perderse el concierto.

Desde las 13.00 otros fanáticos de la banda mexicana se hicieron presentes poco a poco, entre ellos miembros del club de fans y gente de otros departamentos. Con una bandera mexicana y vistiendo una polera del grupo, Jorge Castillo también los recibió. No podía desaprovechar esta oportunidad, pues aseguró que sus canciones marcaron su generación, como el primer amor, la decepción, la traición y otros.

Espera. Quisbert (medio) y otros fans en el aeródromo. Foto: Wara Vargas, La Razón.

“Todos sus temas resumen nuestra vida y nos sentimos identificados. Parte de mi sueldo he invertido para verlos desde VIP. Hay mucho cariño a la banda”, contó. El fanático es parte del club de fans de Bolivia y llegó con otros miembros, aunque no fueron todos, ya que más de 50 de ellos estaban en pleno viaje desde Oruro, Cochabamba, Sucre y Potosí.

Para ver a su grupo, tras escuchar el timbre que anunciaba la salida del colegio, otra fanática no descansó un minuto y corrió para recibirlos, llevando aún su guardapolvo y mochila.

Cerca de 50 fans esperaban ayer ansiosos a los integrantes del grupo y tomarse fotografías. La tarde estaba nublada y gotas de lluvia caían esporádicamente. Además de guitarras para ser autografiadas, los fans llevaron pósteres.

GIRA. El grupo mexicano de rock arribó a Bolivia después de 19 años como parte de su gira Latino Power. Primero se informó que su salida iba a ser por la puerta 1, pero después se confirmó que sería por la puerta 6. Cerca de las 15.30, Fernando Olvera, Juan Calleros, Alejandro González y Sergio Vallín dejaron el aeropuerto en cinco camionetas y con resguardo policial y seguridad privada.

Los fans apresurados corrieron a su encuentro detrás de ellos y como agradecimiento, pararon unos segundos y firmaron autógrafos, también los saludaron. Asimismo los artistas tomaron fotos y filmaron videos abriendo sus ventanas con vidrios polarizados.

“Tenemos sorpresas para el concierto”, anunció el vocalista en la conferencia de prensa que se realizó en la tarde.

Y su club de fans también les tiene sorpresas —adelantó Castillo— aunque no quiso indicar cuáles, solo anunció que hoy se reunirán desde las 06.00 en el estadio Hernando Siles —donde se realizará el concierto— junto a los recién llegados.

“Acabo de llegar desde Cobija (14.00 de ayer), no me perderé su concierto, es de primer nivel. Sigo con mis maletas, pero me daré el gusto de verlos, tal como lo hice anteriormente cuando viajé hasta Lima, Perú”, señaló Emma Téllez, procedente de Pando. La madre de familia no vino sola, pues trajo a su hija, quien gusta también de estas canciones.

Recibimiento. Castillo y otros con la bandera mexicana. Foto: Wara Vargas, La Razón.

Generación tras generación están unidas por los temas del grupo, señaló además Zulma Escobar, quien se escapó unos minutos de su trabajo para verlos por vez primera.

Después de brindar algunos autógrafos, el grupo salió rumbo a su hotel. Los fans todavía continuaban corriendo, hasta que los coches se perdieron en el horizonte. (02/03/2017)

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