Si se toma en cuenta la altitud de las ciudades que visitó, Barón Rojo volará este domingo a mayor altura que nunca en sus 36 años de existencia.
El dato ya estaba en la mente de los barones el 31 de marzo, cuando iniciaron la gira sudamericana y Armando de Castro habló con este diario.
Cuando se le preguntó qué sabía sobre Potosí, el líder de la banda respondió que tenía “entendido que es una ciudad muy alta, quizá de las ciudades más altas del mundo”. Pero aunque De Castro estimó que la altitud de Potosí llega a 4.200 metros sobre el nivel del mar, las últimas mediciones oficiales, realizadas por la empresa Kampsax para el catastro urbano, dejaron establecido que la elevación promedio es de 3.860, una cifra modesta si se la compara con los 4.070 metros sobre el nivel del mar del aeropuerto de El Alto. Y allí estuvieron estas leyendas del rock y nadie vio que se hayan quejado por algo. Por la tarde ofrecieron una conferencia de prensa y en la noche volaron por el cielo paceño.
Esta noche es Potosí, la ciudad a la que Armando calificó como “mítica y legendaria”, demostrando que no solo sabe de música sino también de historia.
Barón Rojo ya estuvo en Bolivia pero esta será la primera vez que toque en Potosí. La cita será en el coliseo universitario y, hasta ayer, los amantes del rock insistían en que el escenario es demasiado pequeño para un espectáculo músical de esta naturaleza.
Los precios que de las entradas, que van desde 150, en general, hasta 400 en Premium, son razonables si se toman en cuenta los valores fijados para los conciertos en Santa Cruz, Cochabamba y La Paz.
La banda se formó en 1980.
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