viernes, 7 de diciembre de 2012

Vadik Barrón afronta expectante un nuevo ciclo de vida y profesional Un cantautor boliviano se abre paso en movida cultural europea

“Di siete conciertos y tuve otras tantas participaciones en noches de cantautores y otras invitaciones; también di algunas entrevistas y toqué temas en vivo para la radio Tentación y el canal Iberoamérica TV, en Madrid, y compartí con muchos cantautores españoles”.

Hace menos de un año el cantautor y poeta orureño Vadik Barrón partió rumbo a Europa. Se instaló en Berlín, ciudad cultural por excelencia, y en pocos meses se abrió camino en pubs, festivales y diversos escenarios, tanto que hace pocas semanas culminó la Gira Inventario que lo llevó a España.

- Danos detalles de este primer tour artístico

- La idea de la Gira Inventario nació antes de pisar Europa, por conversaciones con algunos amigos que viven en España.

Después de unos meses tocando para público mayormente hispanohablante residente en Berlín, aunque también para gente alemana y de todas partes, me pareció un paso natural llevar mi música a un público que por el idioma puede apreciarla a otro nivel.

Fue una gira promocional, artesanal, solidaria, autogestionada, un poco caótica, pero muy divertida, con algo de turismo y de aventura, pues cubrí los costos de viaje con los cachés, las entradas y la venta de un CD compilación que hice expresamente, Inventario 2007-2012, que reúne 16 canciones de mis cuatro discos como solista.

“Berlín inspira mucho -comenta Vadik, cuando el diálogo vía internet se torna hacia otros temas-, hay un encanto decadente en su arquitectura, muchas áreas verdes, gente de todas partes, mucha fiesta y una vida cultural intensa. Acá volví a ser niño: soy arquero en un equipo de bolivianos y latinoamericanos y participamos en un campeonato de fútbol 7”.

Cómo no recordar, entonces, que poco antes de partir, culminado ya el exitoso ciclo de Guitarra en Mano, colectivo artístico en el que compartió con Negro y Blanco, Entre 2 Aguas, Sergio Antezana y otros músicos locales, Vadik ya estaba seguro de haber cerrado un ciclo de vida.

- A casi un año de tu partida, ni poco ni mucho. ¿Cómo ves en perspectiva el periodo inmediatamente anterior, tus últimos meses en La Paz, y cómo analizas tu presente?

- Yo pasé por un limbo extraño que es la espera de la visa, que es una incertidumbre desagradable. Antes de viajar, sentí la necesidad de grabar, lanzar y presentar el disco Ovni porque no sabía si tendría el tiempo o las condiciones de hacerlo en Alemania.

Luego el disco tuvo muy poca promoción, lo que lamento, pero sé que de esa forma se cerró un ciclo. Una vez aquí, me fueron naciendo muchas canciones y ya tengo ganas de grabar algo nuevo.

En lo personal, vine para estar con mi esposa que estudia acá. Así que para mí es como un viaje largo, pero nunca sabes. Me siento bien, más relajado y optimista y, lo mejor, centrado en mi trabajo.

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