sábado, 7 de julio de 2012

Braulio Hito deja la música “por una promesa a Dios”

“Voy a cantar por última vez porque he decidido seguir el camino del evangelio. Tengo un compromiso muy grande con Dios y le he pedido que me permita despedirme del público boliviano”, dijo el cantante peruano Braulio Hito, quien eligió La Paz como el escenario en el que inaugurará su gira de despedida.

El intérprete de El Payaso se presentará mañana, a las 14:00, en el Teatro al Aire Libre Jaime Laredo, y luego continuará su gira en Santa Cruz, Cochabamba, Sucre y Oruro.

Hace 15 años Hito sufrió un accidente en Argentina en el que sufrió quemaduras de primer grado. “Fue terrible y muy doloroso”, recuerda. Tras sus curaciones, decidió “entregarse a Dios”, por lo que se vio obligado a dejar los escenarios. “Hace cuatro años asumí el reto de ser el pastor de una iglesia”, contó a Página Siete y ante ese compromiso el popular “ídolo de América”, como se le conoce, tomó la decisión “irrevocable” de renunciar a la música.

Pese a su promesa, el artista decidió cantar una vez más para complacer a sus seguidores. “Le tengo un cariño muy especial a este país, pues a mis 26 años aquí alcancé el éxito, pero también conocí el alcohol. Fue aquí también, hace 15 años, donde conocí el evangelio y dejé de beber”.

Hito recuerda con nostalgia sus inicios en el mundo de la música. “Comencé a los 13, en el grupo Los Dávalos, allí tocaba la guitarra y cantaba”.

Un año más tarde, se fue a Lima y conquistó éxitos junto al Cholo Berrocal, un famoso artista puertorriqueño, con quien ganó popularidad por sus composiciones románticas.

Tiempo después, se fue a Ecuador. “Entre 1978 y 1979, compuse y canté mi primer éxito, el vals Borracho”. La pieza se convirtió en un himno de las cantinas. “Durante esos años visité Bolivia por primera vez y fui recibido por miles de fans. El estadio estaba repleto de gente que cantaba todas mis canciones”, recuerda.

El desamor inspiró Borracho

“Era un picaflor, pero un día fui atrapado por el desamor”, confiesa el artista mientras recuerda cómo y dónde compuso su popular vals titulado Borracho.

La canción nació inspirada en el amor de una joven. “Ella me escribía cartas, me decía que estaba enamorada, pero yo no la quería. Después, sin darme cuenta, me enamoré de ella y cuando fui a buscarla, la joven ya no quería nada conmigo. Un día pasaba por su casa y escuché que alguien le dijo: ‘con ese borracho te quieres casar’ y entonces nació la canción”, relata Hito.

La composición fue escrita en una servilleta y hoy es una reliquia que se conserva en un recuadro de pan de oro y se exhibe en las paredes del Sindicato de Artistas de Ecuador.

“Borracho era la canción más escuchada en las fiestas y las cantinas y por eso la gente me decía: ‘Ahí viene el rey de la cantinas’ y así escribí la letra de otro vals”. Tras el éxito de Borracho nació El rey de las cantinas.

El cantante dice que cada una de sus composiciones relata vivencias suyas. “El payaso, Cholo soy, Con tinta roja, Amor de contrabando, están inspiradas en vivencias propias. Son canciones de amor y desamor”.

Pese a que nunca más volverá a cantar en vivo, Hito confía en que la gente lo recuerde. “Mis canciones nunca pasarán de moda. Sé que mis boleros y mis valses siempre seguirán vigentes”.

Para inmortalizarse, Hito decidió regalarle su última composición a los bolivianos. “Hoy mi linda Bolivia, hoy te canto. Esta mi última canción te la dedico”. Así, este peruano le canta al país en su vals Mi despedida.

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