Fue la voz de toda una tradición en la música negra del Misisipi, el icono de la independencia femenina en sus canciones. Se transformó en el símbolo de una generación desgarrada por la guerra y el capitalismo. Se consagró como la primera dama del movimiento hippie y de la contracultura en los 60, que hizo de los escenarios campos de reflexión y amor colectivo. Así fue Janis Joplin, quien nació el 19 de enero de 1943 en Port Arthur, localidad industrial de Texas.
Aún adolescente, se dejó asombrar por el movimiento beatnik de su escuela. Fue discriminada por ello. Sin embargo, la música afro la atrapó en sus redes y la envolvió hasta hacerla acreedora de una voz portentosa.
La rebelde. Estudió Bellas Artes en la Universidad de Texas, en Austin, donde comenzó a cantar de manera habitual en bares. Participaba frecuentemente con la Waller Creek Boys. Allí fue donde empezó a ganarse la mala reputación de bebedora infernal. Luego se trasladó a San Francisco, donde se consolidó como la vocalista de Big Brother & The Holding Company, agrupación que ganó renombre en 1967 por su Festival Internacional de Música Pop de Monterrey.
Joplin creó después su propio grupo, la Kozmic Blues Band, que posteriormente se llamaría The Full Tilt Boogie Band. Con las agrupaciones de música fusión entre el rock y el jazz, Joplin fue cobrando un matiz interesante en su arte que la distinguió de muchas bandas lideradas por hombres y la fue ascendiendo paulatinamente a un status poco común de rockstar femenina.
GENIALIDAD EN aSCENSO. En 1969 lanzó I got Dem Ol´Kozmic Blues Again Mama, su primer disco en solitario. El álbum fue un gran éxito de ventas y le dio notoriedad en el ámbito rockero. Pero el traje de estrella le quedó grande. Las drogas empezaron a hacerle sucias jugadas en su vida personal. Cada vez más, las actuaciones de Joplin eran ausentes, lejanas, y perdidas en un vendaval de alucinaciones que solamente ella entendía.
LA ADOLESCENTE miedosa TRAS LA ESTRELLA. Sus raciones diarias de aniquilación se nutrían de una baja autoestima y de una confusión sexual que se refugiaba en la bisexualidad. Cuentan que la cantante se sentía avergonzada por considerarse “fea”. Muchos hombres y mujeres se enamoraban de ella al escucharla. Más allá de su apariencia, veían en su aura a una reina de la confianza. Tras la carcaza dura de la cantante de blues feminista había una niña que no podía aceptarse. Cuando alguno de esos fans se le acercaba para declararle su devoción tras bambalinas o en alguna fiesta hippie de rock, la diva se avergonzaba y se rehusaba a creerle, pues tenía la certeza de que se burlaba de ella por sus características físicas.
69 años hubiera tenido la llamada Bruja Cósmica del Blues este 2012. Joplin, sin duda, dejó un legado.
1995 Fue condecorada simbólicamente en el paseo de la fama al convertirse en icono mundial.
“Me siento tan inútil acá abajo sin nadie a quien amar. A pesar de que he buscado por todos lados, no puedo hallar a nadie”.
Janis Joplin
Su muerte y un nuevo lanzamiento discográfico. Joplin falleció en 1970 en la habitación de un hotel de Hollywood, tras una desilusión amorosa, como consecuencia de una sobredosis de heroína. Vivió tan rápido, que no tuvo tiempo de sentarse a pensar en sí misma. En el momento de su muerte estaba grabando el larga duración Pearl, que se editaría póstumamente en 1971. El álbum y el single por el cual fue promocionado, Me and Bobby McGee, alcanzaron el número uno en los ránkings mundiales más importantes. Su discográfica editaría todavía, un año después, Janis Joplin in Concert.
Lanzan un material inédito este 2012. El álbum de la artista se grabó de un concierto ofrecido por ella el 23 de junio de 1968. Cuenta con el aporte musical de Big Brother and The Holding Company. El material musical, grabado por el legendario Owsley Stanley, mejor conocido como “Bear”, promete ser un portal al pasado de los mejores momentos de la escena hippie, que
los fans querrán escuchar.
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