martes, 29 de noviembre de 2011

Hitos del rock boliviano

Algunos despertaron euforia colectiva y cambiaron el rumbo del rock, otros empiezan a despegar.

Muchas bandas son una luz fugaz en la música. Pocas, en cambio, impregnan los oídos y hacen historia. En Bolivia, el rock nacional apareció en los años 50 y ha tenido poderosos exponentes desde la década de los 70, éstos revolucionaron la escena tanto por su virtuosismo como por la identificación que despertaron en el público. Cambiaron los clichés por la originalidad.
LOS 70'S: UN Retorno a las raíces. Dos grupos fueron pioneros en la fusión cultural de géneros musicales. Retomaron las fuentes de la tradición, de los clásicos y crearon un sonido alternativo. Clímax, en 1969 reversionaba temas clásicos del rock americano, hasta que en 1974 lanzó una obra de culto al mercado, Gusano mecánico, que tanto por sus ritmos andinos como por el reversionamiento de covers virtuosos, como Kim Crimson, hizo furor. Wara se formó a mediados de los 70's. Cambió la mentalidad de la juventud boliviana con la incursión de ritmos e instrumentos autóctonos. Si bien comenzó siendo la primera banda de rock progresivo y psicodélico, desde su álbum El Inca se convirtieron en precursores del rock sinfónico andino.
LOS 80's: sonidos del metal. Aparecieron agrupaciones que exploraban el lado oscuro del rock, con tendencias subversivas, influenciados por Iron Maiden y Judas Priest. Trueno Azul y Trilogía exploraron los sonidos de la escena norteamericana incorporándolos a sus canciones. Su sonido medió entre el rock progresivo y el metal. Trilogía, fundada por Glen Vargas, retomó el sonido de metal y lo fusionó con el rock clásico de los 70's, hasta que se convirtieron en Track. Trueno Azul era una banda de adolescentes muy prometedora que llegó a causar impacto en varios festivales y circuitos sociales hasta que, en 1987, su guitarrista, Mario Ibáñez, falleció trágicamente en un accidente, se marcó así el fin de la banda.
Los 90: ENTRE EL POP ROCK Y EL REGGAE. Coda 3 (ahora Octavia) y Loukass fueron conjuntos que adquirieron notoria popularidad entre la juventud por sus propuestas inclinadas al pop, el reggae y lo étnico. Octavia retomó el sonido de The Cure, INXS y U2 para luego desenlazar en sonidos autóctonos a partir del año 2000.
Loukass, por su parte, convirtió a sus integrantes en los primeros rockstars en Bolivia. Sus canciones sonaban en todas las radios. Con bases de reggae, rock argentino y soul, estos músicos tuvieron un éxito inmediato.

4 décadas de rock nacional han mostrado una evolución notoria. Un viaje a través de ocho bandas.

2000- 2010: el nuevo talento. El rock nacional tiene a un protagonista: OIL. El cuarteto cochabambino, que desde el año 2005 se desarrolló con dos discos, se caracteriza por tener un sonido grunge al estilo de Seattle, con influjos del rock clásico y el Delta Blues del Mississippi, sin descartar lo nativo. Empieza a consolidarse como una de las bandas más importantes de la historia del rock. Su popularidad va en ascenso.

Los años que SURGIERON estas bandas

El sueño de muchos adolescentes es tener una banda. Algunos cumplieron su fantasía al lograr que su música sonara en todas las radios. Bandas que despertaron ovaciones de amor, se convirtieron en iconos del rock boliviano. Muchas desaparecieron, otras siguen vigentes, y hay una que empieza a brillar como una supernova. A continuación, un repaso:

1969 CLÍMAX. Gusano Mecánico dio un nuevo giro conceptual a los escenarios del rock.

1972 WARA. Sus arreglos virtuosos, al estrechar lazos con lo autóctono, cambiaron la mentalidad boliviana.

1982 trueno azul. Causó furor con la grabación de Corcel negro y Sabor a metal, además de sus presentaciones.

1990 TRACK. Hasta el día de hoy siguen grabando en estudio. Quien mantiene la esencia es Glen Vargas.

1988 OCTAVIA. Encaminó su aire étnico hacia el postpunk revival. Tiene alta repercusión entre los jóvenes hasta hoy.

1990 LOUKASS. Fue el estallido más rotundo. Trascendió las fronteras bolivianas y obtuvo discos de oro y plata.

2005 OIL. Cada uno de sus conciertos es un ritual que rememora la magia de The Doors. Su rock es político y filosófico.


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