sábado, 27 de junio de 2009

Una noche con Marc Anthony



Dijeron que comenzaría puntual a las 21:30, pero el telón se levantó a las 23:00. Eso pareció no importarle mucho a la gente que soportó la espera a 15 grados centígrados, o que a esa hora seguía haciendo cola para ingresar al concierto del ‘rey de la salsa’.


Marc Anthony se presentó formal, vestido con un conjunto negro con rayas verticales y camisa blanca debajo. Su imponente voz enamoró a pesar de su baja estatura y extrema delgadez.
El after party en la discoteca Volcano estuvo lleno. El artista no acudió, pero sí los músicos, que se quedaron hasta las cinco de la madrugada.


La comida y las bebidas exigidas a la producción fueron consumidas por el boricua y su equipo, incluso pidieron más tequila, contó Marcelo Saldaña, encargado del catering para el salsero. El intérprete de Y ahora quién llevó consigo un termo con el que paliaba la sed, aunque no se sabe si tenía agua mineral, tequila Silver Patron o el vino Opus 2000 que mandó traer del extranjero.


Quienes estuvieron cerca del cantante vieron que a todo lo que consumió le quitó la etiqueta (para no hacer publicidad indirecta, seguramente). A la hora del almuerzo consumió mucha ensalada y sushi, que le proveyeron del restaurante Sake. Le gustó el sonso y los tamales de Las Cazuelas.


La organización no supo porqué no llegó su esposa Jennifer López; pero el chofer que lo transportó hasta el estadio Tahuichi reveló que el boricua habló todo el tiempo por celular con su esposa y le decía a cada rato “I love you, tú sabes que eres la única para mí”.

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